Cita bíblica:
En Isaías 5:20, «¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!»
Reflexión:
En Isaías 5:20, el profeta nos advierte: «¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!». Esta poderosa advertencia resuena intensamente en nuestros días, donde vemos cómo valores contrarios a la Palabra de Dios son presentados como normales y hasta deseables. Además, somos testigos de cómo lo que antes era claramente identificado como maligno ahora es celebrado, mientras que los valores bíblicos son ridiculizados y marginados. Sin embargo, como creyentes, no debemos sorprendernos, pues la Escritura ya nos advertía sobre esta inversión de valores.
Jesús mismo enfrentó esta realidad durante su ministerio terrenal. En múltiples ocasiones, los fariseos y líderes religiosos lo acusaron de estar poseído por demonios cuando realizaba milagros de sanación y liberación. En Mateo 12:24, cuando Jesús libera a un endemoniado, los fariseos afirmaron: «Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios». ¡Qué terrible inversión de valores! Llamaron satánico lo que era claramente obra del Espíritu Santo. Jesús les advirtió severamente que estaban cometiendo blasfemia contra el Espíritu Santo, pecado que no tiene perdón. Este pasaje nos muestra cuán peligroso es perder la capacidad de discernir entre el bien y el mal.
Hoy vivimos en una era donde el satanismo se ha normalizado sutilmente. Lo vemos infiltrado en la música popular, en las producciones cinematográficas, en desfiles y espectáculos, incluso en publicidad dirigida a todos los públicos. Se presenta bajo el disfraz del «arte» o «expresión creativa», pero está repleto de simbolismos y mensajes subliminales que buscan desensibilizarnos frente al mal. Como seguidores de Cristo, necesitamos desarrollar un agudo discernimiento espiritual. Recordemos las palabras de 1 Juan 4:1: «Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios». Este discernimiento es urgente porque, como nos recuerda la Escritura, Jesús viene pronto. Debemos orar no solo por nuestros seres queridos, sino también por quienes persiguen a los cristianos y promueven estas oscuras agendas.
¿Qué podemos aprender de todo esto?
- Debemos cultivar nuestra sensibilidad espiritual mediante el estudio profundo de la Palabra y la oración constante.
- Necesitamos enseñar a nuestros hijos y a las nuevas generaciones a discernir entre lo bueno y lo malo según los estándares bíblicos, no los culturales.
- No debemos conformarnos con el mundo, sino ser transformados por medio de la renovación de nuestro entendimiento, como nos instruye Romanos 12:2.
- y finalmente, que debemos ser luz en medio de la oscuridad, proclamando la verdad con amor, pero sin compromisos. No podemos permitir que la línea entre el bien y el mal se difumine en nuestras vidas.
Oremos Juntos:
Padre Celestial, vivimos en tiempos donde la inversión de valores es evidente y lo que Tu Palabra condena es celebrado abiertamente. Danos discernimiento espiritual para reconocer las estrategias del enemigo, por muy sutiles que sean. Llénanos de tu Espíritu Santo para que podamos permanecer firmes en la verdad, siendo luz en medio de esta generación. Ayúdanos a educar a nuestras familias en tus caminos y a orar por aquellos que promueven valores contrarios a tu Palabra. Prepáranos para la venida de tu Hijo Jesucristo. En Su precioso nombre oramos, Amén.