Cita bíblica:
Santiago 2:19: «Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan
Reflexión:
Reflexión: En nuestra vida cristiana, a menudo nos encontramos luchando con dudas sobre la existencia y el poder de Dios. Sin embargo, Santiago 2:19 nos revela una verdad inquietante: «Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan». Esta poderosa declaración nos muestra que incluso los demonios reconocen la realidad divina. A diferencia de nosotros, ellos no tienen el lujo de la duda; su conocimiento de Dios es tan certero que les produce terror. En consecuencia, si Satanás fuera honesto, admitiría que su estrategia más efectiva es sembrar dudas en nuestros corazones sobre algo que él mismo sabe que es absolutamente verdadero.
Ejemplo bíblico: Recordemos el pasaje en Marcos 5:1-13, donde Jesús se encuentra con un hombre poseído por muchos demonios en la región de los gadarenos. Cuando estos espíritus malignos vieron a Jesús, no pudieron ocultar su terror y reconocimiento. «¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo?», clamaron. No cuestionaron su identidad ni su autoridad; la reconocieron inmediatamente. Es más, le suplicaron: «Te ruego que no me atormentes». Tan desesperados estaban por escapar de su presencia que le pidieron entrar en una piara de cerdos cercana. Jesús lo permitió, y los demonios salieron del hombre y entraron en los cerdos, que se precipitaron por un despeñadero hacia el mar. Este relato nos muestra claramente cómo los demonios no sólo creen en el poder de Cristo, sino que lo temen profundamente.
Invitación a reflexionar: Si el enemigo fuera sincero, nos diría que somos necios. Él sabe perfectamente que Dios existe y conoce su poder, mientras nosotros constantemente cuestionamos a Dios. Satanás trabaja arduamente para hacernos creer que Dios no es real, que se ha olvidado de nosotros, aprovechándose de nuestra impaciencia e inmadurez espiritual. El enemigo comprende que Dios no siempre responde inmediatamente, sabiendo que estos tiempos de espera están diseñados para fortalecer nuestra fe. Sin embargo, Satanás también conoce nuestra fragilidad y lo fácil que nos derrumbamos ante la adversidad, utilizando estos momentos para sembrar dudas sobre el amor y la presencia de Dios en nuestras vidas.
Conclusión: La honestidad de Satanás revelaría su mayor temor: creyentes que reconocen y abrazan la verdad que él no puede negar. Cuando comprendemos que nuestro adversario tiembla ante el poder de Dios, adquirimos una nueva perspectiva sobre nuestras luchas espirituales. Las dudas que enfrentamos no son evidencia de la ausencia de Dios, sino de la desesperada estrategia del enemigo para alejarnos de Aquel cuyo poder él conoce demasiado bien. Por tanto, cada vez que experimentemos dudas, recordemos que estamos siendo tentados a cuestionar lo que incluso los demonios saben con certeza. Nuestra fe, a diferencia del conocimiento aterrado de los demonios, puede transformarse en amor y confianza hacia nuestro Creador.
Oremos Juntos:
Padre Celestial, perdóname por las veces que he permitido que las dudas sembradas por el enemigo echen raíces en mi corazón. Te agradezco porque, a diferencia de los demonios que tiemblan ante ti, puedo acercarme confiadamente a tu trono de gracia. Ayúdame a recordar que incluso cuando dudo, Tú sigues siendo real y poderoso. Fortalece mi fe para que pueda resistir las mentiras del enemigo y abrazar la verdad de tu amor incondicional. En el nombre de Jesús, amén..
Son una gran Bendicion
Hola Elsy, Mil gracias por tu comentario, nos alegra muchísimo que te sean de bendición para ti, Toda la gloria sea para nuestro señor, Dios te Bendiga!!