Cita bíblica:
«¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿Quién contra nosotros?» (Romanos 8:31)
Reflexión
Meditemos hoy en esta poderosa declaración del apóstol Pablo. En un mundo lleno de incertidumbres y desafíos, estas palabras resuenan como un faro de esperanza y seguridad para cada creyente.
Cuando Pablo pregunta «Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?», no está simplemente ofreciendo un consuelo superficial. Está proclamando una verdad fundamental del evangelio: el Creador del universo, el Rey de reyes, ha decidido estar de nuestro lado.
Pensemos por un momento en lo que significa que Dios esté «por nosotros». No es solo que Él nos apoye desde lejos, sino que se ha comprometido activamente con nuestra causa. En Cristo, Dios se hizo Emanuel – «Dios con nosotros» – demostrando hasta qué punto está dispuesto a llegar por amor a nosotros.
Esta verdad tiene implicaciones profundas para nuestra vida diaria:
- En nuestras luchas: Cuando enfrentamos pruebas que parecen superar nuestras fuerzas, recordemos que no luchamos solos. El Dios que dividió el Mar Rojo y derribó los muros de Jericó está de nuestro lado.
- En nuestros temores: Cuando el miedo amenaza con paralizarnos, podemos encontrar valor en saber que el Dios que calmó la tormenta con una palabra está con nosotros.
- En nuestros fracasos: Cuando caemos y el enemigo nos acusa, tenemos un Abogado en Cristo Jesús, quien intercede por nosotros ante el Padre.
- En nuestras decisiones: Sabiendo que Dios está por nosotros, podemos avanzar con confianza, buscando Su voluntad y confiando en Su guía.
- En nuestro crecimiento espiritual: La seguridad del amor de Dios nos libera para crecer y madurar, sabiendo que Su gracia nos sostiene en cada paso.
Consideremos la historia del rey Ezequías en 2 Reyes 19. Jerusalén estaba sitiada por el poderoso ejército asirio, y la situación parecía desesperada. El rey Senaquerib de Asiria envió una carta burlándose de Dios y amenazando con destruir la ciudad.
Frente a esta crisis, Ezequías hizo algo extraordinario. Llevó la carta al templo y la extendió ante el Señor, orando:
«Oh Señor, Dios de Israel, que reinas entre los querubines, solo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra. Tú has hecho los cielos y la tierra. Inclina, oh Señor, tu oído, y escucha; abre, oh Señor, tus ojos, y mira… Ahora pues, oh Señor Dios nuestro, sálvanos, te ruego, de su mano, para que sepan todos los reinos de la tierra que solo tú, Señor, eres Dios.» (2 Reyes 19:15-19)
Ezequías reconoció que su única esperanza estaba en Dios. Y Dios respondió poderosamente, destruyendo al ejército asirio en una sola noche y liberando a Jerusalén.
Esta historia nos recuerda que cuando Dios está de nuestro lado, incluso las situaciones más desesperadas pueden cambiar dramáticamente. No importa cuán grande sea el enemigo que enfrentemos, nuestro Dios es infinitamente más grande.
Oración:
Padre celestial, te alabamos porque eres el Dios Todopoderoso que ha elegido estar de nuestro lado. Gracias por tu amor inagotable demostrado en Cristo Jesús. En los momentos de prueba y dificultad, ayúdanos a recordar que Tú estás con nosotros y por nosotros. Fortalece nuestra fe para confiar en Ti plenamente, sabiendo que en Ti tenemos la victoria. Que nuestras vidas sean un testimonio de Tu poder y amor inquebrantable. En el nombre de Jesús oramos, Amén.