Cita bíblica:
Ezequiel 36:26: «Pondré en ustedes un corazón nuevo y un espíritu nuevo. Quitaré de ustedes ese corazón duro como la piedra y les pondré un corazón dócil»
Reflexión:
Es difícil ser luz cuando tienes el corazón roto, pero Dios nos promete en Ezequiel 36:26: «Pondré en ustedes un corazón nuevo y un espíritu nuevo. Quitaré de ustedes ese corazón duro como la piedra y les pondré un corazón dócil». Cuando enfrentamos momentos de dolor y tristeza, es natural sentir que nuestra luz se apaga. Sin embargo, es en estos momentos cuando debemos acudir a Dios, permitiendo que Él renueve nuestro corazón y espíritu. Con Su amor y sanidad, podemos volver a brillar, reflejando Su luz en nuestras vidas.
Un claro ejemplo de restauración en la Biblia es la historia de Noemí. Tras perder a su esposo e hijos, Noemí quedó desolada y con el corazón roto, solo acompañada por su nuera Rut. A pesar de su dolor, Dios cambió su historia de tristeza a gozo. Rut, quien permaneció fielmente al lado de Noemí, se convirtió en parte de una generación importante, al casarse con Booz y ser la bisabuela del rey David. Esta transformación muestra cómo Dios puede tomar nuestro dolor y convertirlo en una bendición, renovando nuestro corazón y dándonos un nuevo propósito.
Es difícil ser luz cuando tu corazón está roto, por eso muchas personas no irradian esa luz que deberían irradiar. Si tienes el corazón roto, pide a Dios que restaure tu corazón y te ayude a sanar. En lugar de dejar que el dolor te consuma, acude al Señor en oración y deja que Su amor te renueve. Al permitir que Dios sane tu corazón, podrás ser una luz para otros, mostrando el poder de Su sanidad y gracia en tu vida.
En conclusión, tener el corazón roto puede dificultar que brillemos con la luz de Dios. Sin embargo, como promete en Ezequiel 36:26, Dios puede darnos un corazón nuevo y un espíritu renovado. A través de la historia de Noemí y Rut, vemos cómo Dios transforma el dolor en propósito y restauración. Al confiar en Él y permitir que Su amor nos sane, podemos ser una luz brillante incluso en los momentos más oscuros. Permite que Dios renueve tu corazón y espíritu, y verás cómo Su luz brilla a través de ti.
Oración:
Señor, te pido que renueves mi corazón roto. Quita de mí cualquier dureza y reemplázala con un corazón dócil y lleno de Tu amor. Ayúdame a sanar y a brillar con Tu luz, incluso en los momentos de mayor dolor. Gracias por Tu promesa de renovación y por ser mi constante fuente de esperanza. En el nombre de Jesús, amén.
Canción Relacionada:
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