Cita bíblica:
«Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Lo ha dicho él, y no lo hará? ¿Ha hablado, y no lo cumplirá?» – Números 23:19
Reflexión
En Números 23:19, nos encontramos con la declaración inequívoca de la fidelidad de Dios. Él no es como los hombres, sujetos a cambios o arrepentimientos. Su palabra es sólida como una roca, y cada promesa que hace, la cumple con precisión y amor.
La historia de Rut es un relato conmovedor de fidelidad, amor y redención. Rut era una mujer moabita que, junto con su suegra Noemí, enfrentó la pérdida de sus esposos en un tiempo de dificultad. A pesar de la tentación de volver a su tierra natal, Rut decidió quedarse con Noemí y seguir a Dios. En un giro providencial, Rut conoció a Booz, un pariente de Noemí, quien la redimió y se casó con ella. Esta unión no solo restauró la vida de Rut, sino que también la colocó en la línea ancestral de Jesucristo.
La historia de Rut es un poderoso recordatorio del amor y la provisión de Dios incluso en los tiempos más oscuros, a pesar de su origen humilde y las dificultades que enfrentó, experimentó la fidelidad sobrenatural de Dios. Desde la pérdida hasta la restauración, Rut fue testigo de cómo Dios cumplió sus promesas de redención y provisión en su vida
Números 23:19 nos recuerda que Dios es fiel en cumplir sus promesas, ya que su palabra es verdadera y confiable. Debemos confiar en su fidelidad y tener la certeza de que lo que ha prometido, lo cumplirá. Esto nos brinda consuelo y seguridad en medio de las incertidumbres de la vida, fortaleciendo nuestra fe y confianza en Él.
Oración:
Padre celestial, ante las incertidumbres de la vida, encontramos consuelo y seguridad en tu palabra inquebrantable. Ayúdanos a confiar en ti en todo momento, sabiendo que tus promesas son seguras y verdaderas. Que nuestra fe sea fortalecida al recordar que eres un Dios fiel que cumple todo lo que ha dicho. En poderoso Nombre de Jesús oramos, Amén.