Cita bíblica:
Si obedeces al Señor tu Dios, todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te acompañarán siempre: Bendito serás en la ciudad, y bendito en el campo. Benditos serán el fruto de tu vientre, tus cosechas, las crías de tu ganado, los terneritos de tus manadas y los corderitos de tus rebaños. Benditas serán tu canasta y tu mesa de amasar. Bendito serás en el hogar, y bendito en el camino. (Deuteronomio 28:2-6)
Reflexión:
La fe y la obediencia son dos elementos poderosos que desencadenan los milagros en nuestras vidas. Cuando confiamos en Dios y obedecemos sus mandamientos, abrimos las puertas para que Él pueda obrar maravillas en nosotros y a nuestro alrededor.
Abraham, quien obedeció fielmente a Dios al estar dispuesto a sacrificar a su hijo Isaac. Por su fe y obediencia, Dios lo bendijo abundantemente, cumpliendo la promesa de hacerlo padre de muchas naciones.
Ser obedientes a Dios implica confiar en su soberanía y autoridad sobre nuestras vidas. Cuando seguimos sus mandatos con fe, abrimos la puerta para que Él actúe de maneras sorprendentes y gloriosas, trayendo milagros y bendiciones que superan nuestra comprensión.
La fe y la obediencia son pilares fundamentales en la vida del creyente. Cuando los combinamos, experimentamos la manifestación de los milagros de Dios en nuestra vida cotidiana, fortaleciendo nuestra relación con Él y demostrando su poder y fidelidad.
Oración:
Amado Padre celestial, ayúdanos a caminar en fe y obediencia, confiando en tu perfecto plan y sometiéndonos a tu voluntad. Que nuestras vidas sean testimonio vivo de los milagros que produces cuando confiamos en ti y obedecemos tu Palabra. En el nombre de Jesús, amén.
Canción Relacionada:
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