Cita bíblica:
«Porque él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad.» – Salmos 91:3-4 (RVR1960)
Reflexión:
En el trajín de la vida, en medio de las tormentas y desafíos, es natural sentir temor y preocupación. Sin embargo, como creyentes, tenemos una promesa segura: estamos protegidos bajo las alas de Dios. Esta promesa se encuentra en el corazón del Salmo 91, un pasaje que nos recuerda la inquebrantable protección que Dios nos ofrece.
Un ejemplo vívido de esta protección divina se encuentra en la historia de Daniel en la fosa de los leones. Cuando Daniel fue arrojado en la jaula de leones por su fidelidad a Dios, los ángeles del Señor lo protegieron. Los leones rugieron, pero no pudieron tocarlo. ¿Por qué? Porque Daniel había puesto su confianza en Dios y estaba bajo Su cobertura.
La verdad es que enfrentaremos pruebas y peligros en la vida, pero como hijos de Dios, no estamos solos. Él nos protege con sus plumas, nos rodea con su amor y nos defiende como un escudo. No importa cuán aterradores sean los leones en tu vida: problemas financieros, enfermedades, relaciones fracturadas o temores personales. Dios es tu refugio y fortaleza.
En lugar de vivir en temor, podemos vivir con confianza. Podemos recordar que, como dice el Salmo 91:15, «me invocará, y yo le responderé; estaré con él en la angustia; lo libraré y le glorificaré».
Esta promesa es un recordatorio de que, mientras confiemos en Dios y busquemos Su refugio, no importa cuán amenazante parezca la situación, Él está con nosotros.
Oración:
Querido Dios, gracias por tu inquebrantable protección. Ayúdame a recordar que siempre estoy bajo tus alas, a salvo y protegido por tu amor. En momentos de temor, que pueda confiar en ti como mi refugio y fortaleza. Amén.
Canción Relacionada:
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