Devocional 11 de octubre de 2025: «Jesús: El Único Que Verdaderamente Necesitamos.»

Cita bíblica: «Y le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo.» – Juan 5:8-9 Reflexión: En un mundo lleno de opciones, soluciones y caminos alternativos, a menudo nos perdemos buscando respuestas en todas partes menos donde realmente importa. Para empezar, debemos reconocer … Leer más

Devocional 25 de septiembre de 2025: «Prepara Tus Tinajas: La Fe que Actúa.»

Escucha o descarga el devocional y comparte!

Cita bíblica:

«Éllos le dijeron: No tenemos más que cinco panes y dos peces, a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta multitud. […] Entonces tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, los bendijo, y los partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante de la gente.» – Lucas 9:13,16

Reflexión:

En la vida cristiana, existe un principio fundamental que muchas veces pasamos por alto: la preparación para recibir. A menudo, oramos fervientemente pidiendo milagros, provisión o bendiciones, sin embargo, no siempre estamos preparados para recibir lo que pedimos. En primer lugar, debemos entender que Dios está más dispuesto a dar que nosotros a recibir, pero requiere de nuestra parte una fe activa. Preparar nuestras «tinajas» es un acto de fe que demuestra nuestra confianza en que Dios cumplirá sus promesas. Por consiguiente, necesitamos examinar si estamos simplemente esperando pasivamente o si estamos activamente creando espacio para que la bendición de Dios pueda manifestarse en nuestras vidas. Finalmente, esta postura de expectativa activa es lo que distingue a una fe viva de una fe estática.

La historia de la viuda y el aceite narrada en 2 Reyes 4:1-7 ilustra perfectamente este principio. Una mujer desesperada acudió al profeta Eliseo tras la muerte de su esposo. Los acreedores amenazaban con llevarse a sus dos hijos como esclavos para saldar las deudas pendientes. Eliseo le preguntó: «¿Qué tienes en casa?» A lo que ella respondió: «Tu sierva no tiene nada en casa, sino una vasija de aceite». Entonces, el profeta le dio una instrucción extraordinaria: «Ve y pide vasijas prestadas a todos tus vecinos, vasijas vacías, no pocas». La viuda obedeció y junto con sus hijos recolectó todas las vasijas posibles. Luego, en la intimidad de su hogar, comenzó a verter el aceite de su pequeña vasija en los recipientes vacíos. Milagrosamente, el aceite no dejó de fluir hasta que se llenó el último recipiente disponible. Con el producto de la venta de ese aceite, pudo pagar sus deudas y vivir del sobrante. Lo fascinante es que el milagro estuvo limitado por su preparación: el aceite se detuvo cuando ya no había más vasijas para llenarse.

¿Alguna vez has considerado que quizás Dios ya respondió esa oración que tanto has elevado? Tal vez la bendición está esperando manifestarse, pero ¿has preparado el espacio para recibirla? Reflexiona por un momento: ¿estás actuando en concordancia con lo que estás pidiendo? Si oras por un nuevo trabajo, ¿estás actualizando tu currículum? Si pides por un ministerio, ¿estás desarrollando tus dones? La realidad es que muchas veces limitamos a Dios con nuestra falta de preparación y nuestro techo mental. Él quiere derramar abundancia, pero nosotros apenas hemos preparado una pequeña vasija. La fe verdadera no solo cree que Dios puede, sino que actúa como si ya hubiera recibido, preparando el terreno para que el milagro se manifieste plenamente.

Este principio de «preparar nuestras tinajas» nos enseña algo profundo sobre la naturaleza de Dios y la fe. El Señor raramente hace todo por nosotros; más bien, nos invita a participar activamente en el proceso de nuestras bendiciones. Cuando Jesús alimentó a los cinco mil, pidió a los discípulos que organizaran a la multitud en grupos y que distribuyeran lo poco que tenían. Cuando quiso transformar el agua en vino en las bodas de Caná, primero pidió que llenaran las tinajas con agua. En cada milagro bíblico, vemos este patrón de colaboración divino-humana. La lección es clara: Dios provee el milagro, pero nosotros debemos proporcionar las vasijas. Por tanto, la verdadera fe no es pasiva sino activa, no solo espera sino que prepara, no solo cree sino que actúa en consecuencia de esa creencia. Hoy es el día de ampliar nuestra capacidad de recibir, de preparar más tinajas y de elevar nuestras expectativas.

Oremos juntos:

Padre Celestial, hoy reconozco que muchas veces he limitado tu obra en mi vida por no estar preparado para recibir. Perdóname por esa fe pasiva que solo espera sin actuar. Te pido que me des la sabiduría para identificar áreas donde necesito preparar «tinajas» – espacios en mi vida, mi mente y mi corazón donde puedas derramar tu abundancia. Ayúdame a superar los techos mentales que he construido y a vivir con la expectativa activa de quien sabe que Tú eres un Dios de milagros. Dame la valentía para actuar como si ya hubiera recibido lo que te he pedido en oración, demostrando así mi confianza en tus promesas. Que pueda, como la viuda, obedecer tus instrucciones y ver el milagro manifestarse en mi vida. En el nombre poderoso de Jesús, amén.

Video relacionado:

Leer más

Este sitio usa cookies para una mejor experiencia del usuario.    Más información
Privacidad
Secured By miniOrange