Cita bíblica:
«Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.» – Mateo 6:21 (RVR1960)
Reflexión
Nuestros corazones son el centro de nuestras emociones, deseos y pasiones. Reflejan lo que valoramos y consideramos importante en nuestras vidas. En Mateo 6:21, Jesús nos enseña que donde están nuestros tesoros, es donde está nuestro corazón. Esto nos hace reflexionar sobre la importancia de estar atentos y conscientes de dónde estamos invirtiendo nuestro tiempo, energía y recursos.
En la sociedad actual, estamos constantemente bombardeados con mensajes que nos instan a buscar la riqueza material, el éxito profesional y el reconocimiento social. Sin embargo, Jesús nos recuerda que estas cosas terrenales son temporales y no pueden llenar el vacío en nuestros corazones. El verdadero tesoro se encuentra en una relación profunda con Dios y viviendo según sus principios.
Un ejemplo cotidiano de esto podría ser el caso de una persona que pasa la mayor parte de su tiempo y energía acumulando riqueza material, persiguiendo el éxito financiero y material. Si bien puede lograr cierto grado de comodidad y prosperidad, es posible que su corazón carezca de verdadera paz, alegría y propósito. Por otro lado, aquellos que buscan el reino de Dios por encima de todo, invirtiendo tiempo en oración, estudiando la Palabra de Dios y sirviendo a los demás experimentarán una conexión más profunda con Dios y plenitud de corazón sin posesiones materiales. puede proporcionar.
La oración es un tiempo de comunicación íntima con Dios, donde podemos abrir nuestro corazón y pedirle que nos ayude a alinear nuestros deseos y prioridades con Él. Podemos orar para que nuestros tesoros estén en el lugar correcto, buscando sobre todo Su reino y justicia.
Oración:
Querido Padre Celestial, te agradecemos por tu amor incondicional y por ser nuestro tesoro más preciado. Ayúdanos a darnos cuenta de lo que realmente valoramos en nuestras vidas y definir claramente nuestras prioridades. Que nuestros corazones se llenen de pasión por Ti y por Tu reino, y que nuestras acciones reflejen ese amor y devoción. Perdona nuestros momentos de confusión y ayúdanos a enfocar nuestra mirada en Ti. En el nombre de Jesús, Amén.