Cita bíblica:
Juan 14:16 (NTV) – «Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Consolador, para que esté con ustedes para siempre.»
Reflexión:
En la rutina agitada de la vida, a menudo ignoramos la presencia del Espíritu Santo que Jesús nos prometió. Su compañía, su guía, está siempre a nuestro lado. Como el viento suave, a veces imperceptible pero siempre presente, él nos consuela, nos guía y nos recuerda el amor eterno del Padre.
Miremos a Pedro, el pescador transformado en apóstol. Antes temeroso, ahora valiente, después de haber recibido el Espíritu Santo en Pentecostés. La misma transformación aguarda a cada uno de nosotros cuando abrimos nuestro corazón a la guía divina.
En la búsqueda diaria de significado y propósito, recordemos que no estamos solos. La promesa de un Consolador, un Guía Divino, se cumple en la presencia constante del Espíritu Santo. Al sintonizar con su suave susurro, encontramos consuelo en la turbulencia, dirección en la confusión y compañía en la soledad. No ignores al Espíritu Santo; abraza su presencia, y descubre la riqueza de una vida en comunión constante con el Divino. Que cada latido de tu corazón sea una melodía de la gracia que fluye del Espíritu que siempre está a tu lado.
Oración:
Dulce Espíritu Santo, abre nuestros ojos a tu presencia constante. Que podamos sentirte en cada paso, en cada suspiro. Enséñanos a no ignorarte, sino a reconocer tu dirección en nuestras vidas. En tu nombre Jesús oramos. Amen.
Canción Relacionada:
Te recomiendo escuchar «Obra En Mi» por Barak Ft, Redimi2