Cita bíblica:
«El Señor está cerca de los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu.» – Salmo 34:18 (RVR1960)
Reflexión:
En la vida, enfrentamos situaciones que dejan cicatrices en el alma, heridas emocionales que nos marcan profundamente. Sin embargo, en medio de nuestro dolor, Dios está cerca de nosotros, dispuesto a sanar nuestras heridas y restaurar nuestra alma. A través de Su amor y compasión, podemos encontrar sanidad y renacimiento en Cristo.
Conozcamos la historia de Andrés, quien sufrió traumas en su niñez, pero encontró esperanza y curación en Dios.
Andrés creció en un hogar donde experimentó un maltrato infantil constante y un abuso psicológico. Estas experiencias dejaron profundas cicatrices en su alma, causando dolor y confusión en su vida adulta. Sin embargo, un día, Andrés escuchó hablar de Jesús, quien ofrece sanidad a los corazones rotos. Con el tiempo, Andrés comenzó a buscar a Dios en oración y estudio de la Biblia. A través de ese proceso, experimentó el amor restaurador de Jesús que lo llenó de esperanza y liberó de su pasado doloroso. Hoy en día, Andrés es un testimonio vivo de cómo Dios puede sanar las heridas más profundas y transformar vidas.
Al igual que Andrés, todos llevamos cicatrices en el alma, pero en Cristo encontramos sanidad y nueva vida.
No importa cuán profundas sean las cicatrices en tu alma, Dios está cerca de ti, dispuesto a sanar tus heridas y restaurar tu corazón. En Jesús, encuentras la esperanza que renueva tu ser y te da fuerzas para seguir adelante. Deja que Él sea quien guíe tu camino hacia la sanidad interior y la plenitud de vida que solo Él puede ofrecer.
Oración:
Amado Padre, hoy te entrego mis heridas y cicatrices emocionales. Te pido que sanes mi alma y restaures mi corazón. Que encuentre en ti la esperanza que renueva mi ser y me da fuerzas para seguir adelante. Gracias por tu amor restaurador y por siempre estar cerca de mí. En el nombre de Jesús, Amén.