Cita bíblica:
Josué 1:9 «Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.»
Reflexión:
Al estar en el umbral de un nuevo año, es natural que nuestros corazones se llenen de expectativas y anhelos. Sin embargo, como hijos de Dios, debemos entender que establecer propósitos va más allá de una simple lista de deseos. En primer lugar, necesitamos reconocer que cada meta que nos proponemos debe estar alineada con la voluntad de nuestro Padre Celestial, quien conoce el final desde el principio y tiene planes perfectos para nosotros.
Consideremos a Pablo, quien antes de su conversión tenía propósitos muy claros, aunque equivocados. Sin embargo, después de su encuentro con Cristo en el camino a Damasco, sus metas cambiaron radicalmente. En Filipenses 3:13-14, él declara: «…olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está adelante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.» Pablo nos enseña que los verdaderos propósitos deben estar centrados en Cristo.
Querido hermano, al comenzar este 2025, te invito a que tomes un momento para examinar tus propósitos. ¿Están alineados con la voluntad de Dios? ¿Has buscado Su dirección antes de establecerlos? Recuerda que los hábitos que formes hoy determinarán tu caminar mañana. No solo escribas tus metas, entrégaselas al Señor en oración y permite que Él sea quien guíe cada paso.
Los propósitos para el 2025 no son solo una lista de deseos, sino un compromiso con Dios y con nosotros mismos. Al poner nuestras metas en Sus manos, reconocemos que dependemos completamente de Su gracia y dirección. Que este año sea un tiempo de crecimiento espiritual, donde cada propósito refleje Su gloria y nos acerque más a Su presencia.
Oración
Amado Padre Celestial, te entregamos cada uno de nuestros propósitos para este 2025. Guíanos con Tu sabiduría, fortalécenos con Tu poder y ayúdanos a mantener nuestros ojos fijos en Ti. Que cada meta que alcancemos sea para Tu gloria. En el nombre de Jesús, amén.