Cita bíblica:
Colosenses 3:23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres
Reflexión:
En cada aspecto de nuestra vida, recordemos que servimos a un Dios de excelencia. Cada tarea, grande o pequeña, puede ser una oportunidad para honrarlo. Al hacer las cosas con el corazón puesto en Él, nuestra labor adquiere un nuevo significado y propósito.
Isaías, conocido como el «profeta por excelencia», dedicó su vida a proclamar la palabra de Dios con pasión y compromiso. A pesar de los desafíos y la oposición, perseveró en su llamado con integridad y devoción, demostrando que todo trabajo realizado para Dios puede alcanzar niveles de excelencia.
A menudo, nos enfrentamos a la tentación de hacer las cosas de manera mediocre cuando sentimos que los demás no lo valorarán. Sin embargo, recordemos que nuestra verdadera audiencia es Dios mismo. Al hacer las cosas con excelencia, no solo honramos a Dios, sino que también reflejamos su carácter a aquellos que nos rodean, inspirándolos a hacer lo mismo.
En cada tarea que emprendamos, recordemos la exhortación de Colosenses 3:23: «Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres». Al hacer las cosas con excelencia para Dios, experimentamos la satisfacción de saber que nuestra labor no es en vano y que estamos glorificando a Aquel que nos dio la capacidad de hacerlo.
Oración:
Padre celestial, ayúdanos a hacer todas las cosas con excelencia, como si fuera para ti. Que nuestro trabajo y nuestro servicio reflejen tu grandeza y amor. Te lo pedimos en el nombre de Jesucristo, nuestro Salvador y Redentor. Amén.
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