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Cita bíblica:
Pero el Señor le dijo a Samuel: No te dejes impresionar por su apariencia o su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón. – 1 Samuel 16:7 (NVI)
Reflexión:
En un mundo donde lo visible y tangible parece tener más valor, Dios nos recuerda que Él mira más allá de lo superficial. Mientras nosotros nos dejamos impresionar por lo que vemos, Dios examina lo invisible: nuestro corazón. Esta verdad fundamental transforma nuestra comprensión de lo que realmente significa dejar huella en el corazón de Dios. No son nuestros logros externos, sino la condición interna de nuestro ser lo que cautiva la atención divina. Por consiguiente, cada decisión que tomamos, cada pensamiento que albergamos, y cada motivación que nos impulsa está siendo contemplada por Aquel que ve más allá de las apariencias.
El rey David es quizás el ejemplo más claro de alguien que dejó una huella indeleble en el corazón de Dios. Recordemos que cuando Samuel fue enviado a ungir a un nuevo rey, no eligió al más alto, fuerte o apuesto de los hijos de Isaí, sino al joven pastor que nadie consideró digno de la convocatoria. Dios vio en David algo que los demás no podían ver: «un hombre conforme a mi corazón» (Hechos 13:22). A pesar de sus errores y caídas posteriores, David mantuvo un corazón arrepentido y apasionado por Dios. Su deseo de construir un templo para el Señor, sus salmos de adoración sincera, y su búsqueda constante del rostro de Dios demostraron una devoción que trascendió los siglos y nos sigue inspirando hoy.
¿Qué es lo que realmente busca Dios en nosotros? No es perfección externa, sino un corazón que late al ritmo del Suyo. Reflexionemos: ¿Amamos lo que Dios ama y aborrecemos lo que Él aborrece? ¿Qué lugar ocupa Dios en nuestra vida diaria? El Señor no está impresionado por nuestras apariencias religiosas, sino por la autenticidad de nuestro amor hacia Él. Cuando dedicamos tiempo para conocerlo, cuando obedecemos aun cuando cuesta, cuando reservamos lo mejor para Él en vez de las sobras de nuestro tiempo y energía—estas son las acciones que dejan huella en Su corazón divino.
La buena noticia es que todos podemos dejar una marca positiva en el corazón de Dios, independientemente de nuestras habilidades o posición. Como David, podemos ser personas conforme al corazón de Dios cuando vivimos con integridad en lo secreto, mantenemos un espíritu quebrantado ante nuestras faltas, y ponemos Sus deseos por encima de los nuestros. No se trata de perfección sino de dirección: un corazón continuamente orientado hacia Él. Cuando caemos, nos levantamos. Cuando erramos, regresamos. Esta persistente búsqueda de Dios, este anhelo constante de agradarle, es lo que finalmente deja una huella imborrable en Su corazón.
Desafío del Día:
Tarea práctica: Dedica diez minutos a escribir en un papel aquello que crees que Dios valora de tu vida y aquello que necesitas entregarle completamente. Luego, ora sobre esa lista, pidiendo sabiduría para vivir de manera que deleite Su corazón.
Oremos juntos:
Padre celestial, anhelo dejar una huella en Tu corazón divino. Examina mi corazón y revélame aquello que necesito cambiar para ser más como Tú. Dame un corazón que ame lo que Tú amas y aborrezca lo que Tú aborreces. Ayúdame a reservar para Ti no solo un espacio en mi vida, sino el lugar central que mereces. Que mis decisiones, acciones y motivaciones te traigan alegría. Como David, quiero ser una persona conforme a Tu corazón. En momentos de debilidad, recuérdame que lo que realmente valoras es un corazón sincero que te busca incansablemente. En el nombre de Jesús, amén.
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Ismir Muñoz | David | Letra
Una hermosa canción que refleja el deseo de tener un corazón como el de David, apasionado por Dios.
