Cita bíblica:
Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él. – Colosenses 3:17
Reflexión:
En el camino de nuestra vida espiritual, Dios nos ha otorgado diferentes «tarimas» o plataformas donde podemos manifestar Su gloria. Sin embargo, con frecuencia no valoramos estos espacios sagrados de influencia, ya sea como padres, empleados, líderes o servidores. En primer lugar, debemos reconocer que cada posición que ocupamos es un regalo divino, no una casualidad. Por ello, honrar nuestra tarima significa agradecer profundamente por el lugar donde Dios nos ha colocado. Además, implica desempeñar nuestro rol con excelencia, conscientes de que todo lo que hacemos debe realizarse «en el nombre del Señor Jesús». Finalmente, esta actitud de gratitud y dedicación glorifica a Dios y amplía nuestro impacto en Su Reino.
Consideremos a Priscila y Aquila, un matrimonio ejemplar del Nuevo Testamento. Aunque eran fabricantes de tiendas, no menospreciaron esta ocupación aparentemente común. Por el contrario, utilizaron su hogar y negocio como plataforma para el avance del evangelio. De hecho, Pablo menciona que «arriesgaron su vida» por él (Romanos 16:3-4) y que «una iglesia se reunía en su casa» (1 Corintios 16:19). En lugar de anhelar un ministerio más visible o prestigioso, honraron fielmente la tarima que Dios les confió. Su trabajo como artesanos se convirtió en un vehículo para conocer a Pablo y posteriormente instruir a Apolos «con mayor exactitud» (Hechos 18:26). Su ejemplo nos demuestra que cuando valoramos nuestra plataforma actual, por humilde que parezca, Dios puede usarla para propósitos extraordinarios que trascienden nuestra comprensión inicial.
¿Has considerado realmente cuál es tu tarima? Quizás eres una madre formando el carácter de futuros líderes, un profesional con oportunidad de mostrar integridad cristiana, o un servidor en un ministerio aparentemente pequeño. Cuando honras ese lugar con gratitud en vez de compararlo con otros, estás glorificando al Señor. Tu tarima no es menos importante que un púlpito; es exactamente donde Dios quiere que brilles ahora. Al valorar tu posición actual con excelencia y agradecimiento, demuestras fidelidad en lo poco, principio fundamental para recibir mayores responsabilidades. Recuerda: no es la visibilidad de tu plataforma lo que importa, sino la fidelidad con que la administras.
La manera en que honramos nuestra tarima revela mucho sobre nuestra madurez espiritual. Cuando realizamos cada tarea «en el nombre del Señor Jesús», como nos exhorta Colosenses 3:17, transformamos lo ordinario en extraordinario. Esta perspectiva nos libera de la constante búsqueda de reconocimiento y nos permite encontrar propósito en cada rol que desempeñamos. Por tanto, no debemos subestimar el poder de nuestra influencia actual ni dar por sentadas las oportunidades que tenemos hoy. El verdadero éxito espiritual no se mide por cuán grande es tu plataforma, sino por cuán fielmente la has administrado. Al final, las palabras que anhelamos escuchar son: «Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco has sido fiel, sobre mucho te pondré» (Mateo 25:21).
Oremos juntos:
Padre Celestial, te agradezco profundamente por la tarima que me has confiado en esta temporada de mi vida. Perdóname por las veces que he menospreciado mi lugar de influencia o lo he comparado con el de otros. Ayúdame a honrar con excelencia y gratitud cada espacio donde me has permitido servirte, ya sea en mi hogar, trabajo o ministerio. Que todo lo que haga, sea de palabra o de obra, lo realice en el nombre del Señor Jesús, reconociendo que cada plataforma es sagrada cuando Tú la has designado. Dame un corazón que valore lo que tengo hoy mientras me preparas para lo que vendrá mañana. En el nombre de Jesús, amén.
Video relacionado:
POR TI – HILLSONG – Una alegre canción que nos recuerda hacer todo para la gloria de Dios.