Devocional 18 de marzo de 2025: Vigilantes Espirituales: Prosperidad sin Olvido

🎧🎧▶️Escucha o descarga el devocional y comparte!▶️🎧🎧

Cita bíblica:

Deuteronomio 8:12-14

whatsapp_channel

12 no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, 13 y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; 14 y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre;

Reflexión:

En la vida cristiana, solemos experimentar diferentes temporadas. Algunas son de escasez y dificultad, donde nuestra dependencia de Dios se hace evidente. Sin embargo, Deuteronomio 8:12-14 nos advierte sobre una etapa más peligrosa: la de abundancia. «Cuando hayas comido y te hayas saciado, cuando hayas edificado buenas casas y habitado en ellas, cuando se multipliquen tus vacas y tus ovejas, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente, entonces tu corazón se enaltezca y te olvides del Señor tu Dios…» En efecto, la prosperidad puede alejarnos silenciosamente de nuestras disciplinas espirituales si no somos vigilantes.

La Biblia nos muestra ejemplos claros de este peligro. Consideremos a David, un hombre conforme al corazón de Dios. En 2 Samuel 11, cuando los reyes salían a la guerra, David permaneció en Jerusalén, disfrutando de su prosperidad y comodidad. Esta desviación de su rutina normal como guerrero lo llevó a descuidar sus disciplinas espirituales. Una tarde, mientras paseaba por la azotea de su palacio, vio a Betsabé bañándose. Aquel momento de ociosidad desencadenó una serie de pecados: adulterio, engaño y finalmente homicidio. David, ungido por Dios, cayó precisamente cuando estaba en la cima de su reinado y había abandonado sus prácticas espirituales habituales.

Reflexionemos honestamente: ¿Cuántas veces el éxito nos ha llevado a orar menos, a leer menos la Palabra o a adorar con menos fervor? Cuando estamos en la cima, muchas veces descuidamos nuestras disciplinas espirituales. No te descuides, porque aunque seas una persona de Dios, ungido por Él, también puedes caer en pecado. La prosperidad no es enemiga de la espiritualidad, pero sí puede ser su mayor prueba. El corazón humano tiende a confiar en sus propias fuerzas cuando todo va bien, olvidando que es precisamente en esos momentos cuando más necesitamos mantenernos anclados en las disciplinas que nutren nuestra alma.

Las disciplinas espirituales son como anclas en tiempos de bonanza. La oración nos mantiene conectados con nuestro Creador, recordándonos nuestra dependencia de Él. El estudio de la Palabra ilumina nuestro camino cuando la abundancia podría cegarnos. El ayuno nos recuerda que no solo de pan vive el hombre. La comunión con otros creyentes nos mantiene humildes y responsables. La generosidad contrarresta la tendencia a acumular y confiar en nuestras riquezas. Establecer rutinas inquebrantables de estas prácticas, especialmente cuando todo va bien, es la clave para no olvidar al Dios que nos ha prosperado. Como nos advierte Deuteronomio, el verdadero peligro no es la prosperidad en sí, sino el orgullo y el olvido que pueden acompañarla.

Oremos Juntos:

Padre Celestial, humildemente reconozco mi tendencia a olvidarte en tiempos de abundancia. Ayúdame a mantener firmes mis disciplinas espirituales cuando la prosperidad llame a mi puerta. Que mi corazón nunca se enaltezca ni olvide que toda bendición proviene de ti. Dame sabiduría para establecer hábitos espirituales inquebrantables que me mantengan cerca de ti, tanto en la escasez como en la abundancia. En el nombre de Jesús, amén.

Video Relacionado:

Te recomiendo escuchar la canción Danzando (Acústico) // Christine D’Clario, Daniel Calveti, Becky Collazos, Josh Morales, Travy Joe

Please follow and like us:
Publicidad

Deja un comentario

Este sitio usa cookies para una mejor experiencia del usuario.    Más información
Privacidad
Secured By miniOrange