Cita bíblica:
Proverbios 4:23 «Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.» –
Reflexión:
En nuestro caminar diario, a menudo no nos percatamos de las puertas que vamos abriendo en nuestra vida espiritual. Así como una casa necesita protección en cada entrada, nuestro corazón requiere vigilancia constante. Lo que permitimos entrar a través de nuestros ojos, oídos y pensamientos moldea nuestra realidad espiritual. Por tanto, debemos ser conscientes de que cada película que vemos, cada conversación que mantenemos y cada contenido que consumimos en redes sociales actúa como una llave que puede abrir puertas a influencias positivas o negativas.
Ejemplo Bíblico: Consideremos la historia de Sansón, un hombre dotado con una fuerza extraordinaria y un llamado divino. Sin embargo, comenzó a abrir puertas equivocadas al permitir que sus ojos se deleitaran en lo que no debía, al frecuentar lugares que lo alejaban de su propósito y al escuchar consejos que contradecían su pacto con Dios. Estas decisiones aparentemente pequeñas lo llevaron gradualmente a perder su consagración, su fuerza y finalmente su libertad. Su historia nos enseña que las consecuencias de abrir las puertas incorrectas pueden ser devastadoras.
Invitación a Reflexionar: ¿Qué estás permitiendo entrar en tu vida hoy? Cada programa de televisión, cada música que escuchas, cada conversación que mantienes puede ser una puerta abierta hacia la luz o hacia la oscuridad. Cuando exponemos constantemente nuestro corazón a contenido negativo, chismes, críticas o entretenimiento mundano, estamos permitiendo que nuestro espíritu se contamine gradualmente, alejándonos de la sensibilidad hacia las cosas de Dios.
Conclusión: Es tiempo de hacer un inventario espiritual de las puertas que hemos dejado abiertas. El Señor nos invita a cerrar aquellas que nos alejan de Su presencia y a abrir las que nos acercan a Su corazón. La transformación de nuestra vida espiritual comienza con decisiones conscientes sobre lo que permitimos entrar en nuestro corazón. Seamos guardianes vigilantes de las puertas de nuestra alma.
Oración
Padre Celestial, te pido perdón por las puertas que he abierto sin discernimiento. Ayúdame a ser más consciente de lo que permito entrar en mi vida. Dame sabiduría para cerrar toda puerta que me aleje de ti y fortaleza para mantener abiertas las que me acercan a tu presencia. En el nombre de Jesús, amén.