Cita bíblica:
Mateo 6:33 «Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.»
Reflexión:
En un mundo que constantemente nos invita a perseguir nuestros propios intereses, debemos recordar que el verdadero poder y la bendición provienen de poner a Dios en primer lugar. Cuando ordenamos nuestras prioridades con Dios a la cabeza, experimentamos una transformación profunda en nuestra vida. Al igual que una brújula que siempre señala al norte, nuestro corazón debe orientarse constantemente hacia Él, permitiendo que Su voluntad guíe cada decisión y cada paso que damos.
El rey Asa nos proporciona un poderoso ejemplo de lo que significa poner a Dios en primer lugar. Cuando ascendió al trono de Judá, enfrentó grandes desafíos, pero su primera acción fue destruir los ídolos y restaurar el verdadero culto a Dios (2 Crónicas 14:2-5). Como resultado, Dios le dio paz y prosperidad a su reino. Cuando un ejército enemigo de un millón de hombres lo atacó, Asa buscó primero a Dios, y el Señor le dio una victoria milagrosa, demostrando que cuando ponemos a Dios primero, Su poder se manifiesta de maneras extraordinarias.
¿Cómo podemos poner a Dios en primer lugar prácticamente? Comienza tu día con oración y lectura de Su Palabra. Consulta con Él antes de tomar decisiones importantes. Prioriza la comunión con otros creyentes y el servicio en Su reino. Cuando tus planes entran en conflicto con los principios bíblicos, elige honrar a Dios. Recuerda que darle el primer lugar no es una pérdida, sino una ganancia inmensurable.
Cuando hacemos de Dios nuestra prioridad máxima, experimentamos Su poder transformador en cada área de nuestra vida. No es un camino fácil, pero es el único que conduce a una vida verdaderamente plena y significativa. Su poder se manifiesta no solo en las grandes victorias, sino en la paz y la sabiduría que nos da para cada día. Poner a Dios primero es la decisión más importante que podemos tomar.
Oración:
«Amado Padre, perdónanos por las veces que hemos puesto otras cosas antes que a Ti. Ayúdanos a mantenerte en el primer lugar de nuestras vidas. Que cada decisión, cada momento y cada recurso sea dedicado primeramente a Ti. Que Tu poder se manifieste en nosotros mientras te honramos como el Rey de nuestras vidas. En el nombre de Jesús, amén»