Cita bíblica:
Mateo 15:17-19 ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la letrina? Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre.
Reflexión:
Todo lo que hacemos comienza con un pensamiento. Si caemos físicamente, primero caímos internamente. Mateo 15:17-19 nos recuerda que lo que contamina al hombre no es lo que entra por la boca, sino lo que sale del corazón. Los pensamientos negativos y corruptos se transforman en acciones destructivas. Por lo tanto, es crucial mantener nuestro corazón y mente puros, porque de ellos brota la vida. Con palabras de transición como «por lo tanto» y «porque», comprendemos la conexión entre mente y acción.
Un claro ejemplo de esta verdad se encuentra en la historia de Caín y Abel. Caín, lleno de envidia y resentimiento hacia su hermano Abel porque Dios aceptó la ofrenda de Abel y no la suya, primero cayó internamente. Este pensamiento de celos y enojo fue creciendo en su corazón hasta que se convirtió en una acción fatal: el asesinato de Abel. La caída de Caín comenzó en su mente, y su corazón contaminado dio lugar a un acto terrible. Esto nos enseña cómo nuestros pensamientos pueden guiar nuestras acciones, para bien o para mal.
Reflexionemos sobre la importancia de trabajar en nuestros pensamientos. Proverbios 4:23 nos instruye a guardar el corazón, porque de él mana la vida. Esto implica que debemos vigilar lo que permitimos en nuestra mente. Todo lo que pensamos debe ser bueno, puro y edificante. Para evitar que los malos pensamientos entren en nuestra mente y corazón, debemos llenarnos de la Palabra de Dios, orar constantemente y rodearnos de influencias positivas. Así, prevenimos caídas internas y externas.
En conclusión, todo comienza con un pensamiento. Si nuestros pensamientos son negativos, eventualmente nuestras acciones reflejarán esa negatividad. Pero si cultivamos pensamientos buenos y puros, nuestras acciones serán edificantes y glorificarán a Dios. Mantener nuestra mente y corazón puros no es una tarea fácil, pero con la ayuda de Dios y la guía de Su Palabra, podemos lograrlo. Recordemos siempre que lo que sale del corazón es lo que realmente importa y define quiénes somos.
Oración
Señor, te pedimos que guardes nuestros corazones y mentes. Ayúdanos a pensar en lo que es bueno, puro y edificante. Quita de nosotros cualquier pensamiento negativo que pueda llevarnos a acciones destructivas. Llénanos con tu amor y paz, y guíanos en cada paso que damos. En el nombre de Jesús, amén.
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