Cita bíblica:
Reflexión:
En el relato de Job, vemos cómo el enemigo se levanta en contra de aquellos que representan una amenaza para sus planes. Satanás, en su astucia, no escatima esfuerzos para tratar de doblegar la fe de los creyentes, incluso aquellos como Job, que eran conocidos por su integridad y temor a Dios. En nuestro caminar cristiano, también nos encontramos con las artimañas del enemigo, quien busca destruir nuestra fe y apartarnos del camino de Dios.
Job, un hombre íntegro y temeroso de Dios, fue puesto a prueba cuando el enemigo lo atacó con sucesivas tragedias y pérdidas. A pesar de perderlo todo, Job se mantuvo firme en su fe, confiando en la justicia y el plan soberano de Dios. Su historia nos enseña que, aunque el enemigo se levante en nuestra contra, nuestra confianza en Dios puede sostenernos en medio de la tormenta.
En nuestros propios momentos de adversidad y lucha espiritual, es vital recordar que no estamos solos. Dios está con nosotros en medio de la batalla, fortaleciéndonos y sosteniéndonos con su mano poderosa. Debemos resistir las artimañas del enemigo, aferrándonos a nuestra fe y confiando en el poder redentor de Dios para llevarnos a través de cualquier desafío que enfrentemos.
Aunque el enemigo pueda parecer poderoso, nuestra confianza en Dios nos da la fortaleza para enfrentarlo con valentía y determinación. Que nuestra fe en el Señor sea un escudo que nos proteja de los ataques del enemigo, y que nuestra confianza en su poder nos sostenga en medio de las pruebas y tribulaciones. Que recordemos siempre que, en Cristo, somos más que vencedores y que ninguna arma formada contra nosotros prosperará.
Oración:
Padre celestial, en este mundo lleno de adversidades y pruebas, reconocemos que el enemigo está constantemente acechando, buscando debilitar nuestra fe y apartarnos de ti. En estos momentos de lucha espiritual, te pedimos que nos fortalezcas con tu poder y nos guíes con tu Espíritu Santo. Ayúdanos a permanecer firmes en nuestra fe, recordando siempre que tu amor y tu protección nos rodean. Confiando en tu promesa de estar con nosotros en todo momento, te pedimos que nos concedas la sabiduría para discernir los ataques del enemigo y la fortaleza para resistirlos. Que nuestra fe en ti sea inquebrantable, y que podamos vivir cada día confiando en tu poder y tu fidelidad. En el nombre de Jesús, Amén.
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