Cita bíblica:
«La boca habla de lo que está lleno el corazón.» – Lucas 6:45
Reflexión
Nuestras palabras tienen un gran poder. Pueden construir o destruir, curar o herir, alentar o prevenir. Pero lo que a menudo se pasa por alto es que nuestras palabras reflejan lo que hay en nuestros corazones. Jesús nos enseñó que “cuando el corazón está lleno, la boca habla”.
En la vida cotidiana, nos encontramos con situaciones en las que nuestras palabras pueden marcar una gran diferencia. Imagina que te encuentras con un amigo que está pasando por un momento difícil. Puede elegir palabras de aliento y apoyo, o palabras que aumenten sus sentimientos. Tu elección de palabras proviene directamente de lo que hay en tu corazón.
Por eso es importante tener en cuenta lo que permitimos que llene nuestro corazón. Si buscamos llenarlo con la Palabra de Dios, con la sabiduría y el amor de Cristo, nuestras palabras serán un medio de bendición y edificación para los demás.