Cita bíblica:
Romanos 12:2: «No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento»
Reflexión:
En un mundo donde las emociones pueden dominarnos fácilmente, la Palabra de Dios se mantiene como un faro inquebrantable de verdad y sabiduría. Nuestras emociones, aunque son un regalo de Dios, pueden ser tan volátiles como el mar en tempestad. Por eso, mientras más intensas sean nuestras emociones, más urgente es sumergirnos en las Escrituras. La Biblia nos ofrece una base sólida cuando nuestro corazón está agitado, proporcionándonos la claridad mental y espiritual que necesitamos para tomar decisiones sabias.
Pedro nos ofrece un claro ejemplo de cómo las emociones pueden nublar nuestro juicio. Cuando vio a Jesús caminando sobre el agua, su fe inicial lo llevó a dar pasos sobrenaturales. Sin embargo, cuando el miedo se apoderó de él, comenzó a hundirse. En el momento de la crucifixión, sus emociones lo llevaron a negar tres veces a su Maestro, algo que había jurado nunca haría. Sin embargo, después de la resurrección, Pedro aprendió a equilibrar sus emociones con la verdad de Dios, convirtiéndose en un pilar de la iglesia primitiva.
¿Cuántas veces hemos tomado decisiones basadas puramente en nuestras emociones y luego nos hemos arrepentido? Nuestras emociones son como una brújula que puede ser afectada por diferentes campos magnéticos, pero la Palabra de Dios es como el norte verdadero que nunca cambia. Cuando permitimos que nuestras emociones dicten nuestras acciones sin consultar la Palabra, corremos el riesgo de desviarnos del camino que Dios ha trazado para nosotros.
La clave no está en suprimir nuestras emociones, sino en someterlas a la autoridad de la Palabra de Dios. Cuando aprendemos a filtrar nuestros sentimientos a través de las Escrituras, desarrollamos un discernimiento espiritual que nos permite navegar por las aguas turbulentas de la vida con sabiduría y gracia. La Palabra de Dios es nuestra ancla en medio de la tormenta emocional.
Oración
«Padre celestial, te pedimos que nos ayudes a someter nuestras emociones a tu Palabra. Danos la sabiduría para discernir tu voluntad incluso en momentos de intensidad emocional. Que tu Espíritu Santo nos guíe hacia una mayor dependencia de tu verdad. En el nombre de Jesús, amén.»
Buenas noches queridos hermanos gracias por tan valiosos aportes de lo Alto para edificarnos cómo familia de Dios unos a otros en cualquier lugar del mundo pero de la Mano Poderosa de Nuestro Señor Salvador bendiciines desde Colombia Salmos 1.