Cita bíblica:
El Señor es mi pastor;
tengo todo lo que necesito.
2 En verdes prados me deja descansar;
me conduce junto a arroyos tranquilos.
3 Él renueva mis fuerzas.
Me guía por sendas correctas,
y así da honra a su nombre.
4 Aun cuando yo pase
por el valle más oscuro,[a]
no temeré,
porque tú estás a mi lado.
Tu vara y tu cayado
me protegen y me confortan.
5 Me preparas un banquete
en presencia de mis enemigos.
Me honras ungiendo mi cabeza con aceite.
Mi copa se desborda de bendiciones.
6 Ciertamente tu bondad y tu amor inagotable me seguirán
todos los días de mi vida,
y en la casa del Señor viviré
por siempre.
Reflexión:
El Salmo 23, uno de los pasajes más conocidos y apreciados de la Biblia, nos sumerge en la profunda seguridad y cuidado que experimentamos bajo el pastoreo divino de nuestro Señor. Imagina el escenario: un pastor atento guía a su rebaño a través de verdes praderas y aguas tranquilas. Este pasaje no solo es una descripción poética, sino un recordatorio de la relación personal que Dios busca con cada uno de nosotros.
En el versículo 1, David proclama: «Jehová es mi pastor; nada me faltará». Esta afirmación va más allá de las necesidades materiales; es un testimonio de la suficiencia y plenitud que encontramos en la presencia constante de Dios. Nos recuerda que, cuando permitimos que Dios sea nuestro guía y protector, encontramos paz en medio de las adversidades.
El versículo 2 nos transporta a la imagen de descansar en verdes pastos y ser guiados junto a aguas tranquilas. Esto simboliza el cuidado y la provisión de Dios en nuestras vidas. No solo somos dirigidos, sino que también somos nutridos y restaurados por Su gracia.
La frase «Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno» en el versículo 4 nos asegura que, incluso en los momentos más oscuros y difíciles, Dios está con nosotros. Su presencia disipa el temor y nos brinda consuelo. Su vara y su cayado, instrumentos de cuidado y disciplina, nos sostienen y guían.
El salmo culmina con una afirmación de confianza en la bondad y misericordia de Dios: «Y en la casa de Jehová moraré por largos días» (versículo 6). Esto no solo señala la seguridad eterna en Su presencia, sino también la promesa de una relación continua y cercana con nuestro Buen Pastor.
En resumen, el Salmo 23 es un llamado a confiar plenamente en el liderazgo y el amor de Dios. Nos invita a descansar en Su cuidado, incluso en los momentos más desafiantes, y a encontrar consuelo en la certeza de Su presencia constante en nuestras vidas.
Oración:
Padre celestial, te agradecemos por ser nuestro pastor y guía en la vida. Ayúdanos a confiar en tu liderazgo y seguir tus caminos, sabiendo que tú proveerás para nuestras necesidades. Te pedimos que nos protejas y nos guíes en los momentos difíciles, recordándonos que siempre estás con nosotros. Que podamos experimentar tu amor y bondad todos los días de nuestras vidas. En el nombre de Jesús, Amén.
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