Cita bíblica:
«El que no tiene el Espíritu, no puede entender lo que el Espíritu dice. En cambio, el que tiene el Espíritu puede juzgarlo todo, aunque él mismo no pueda ser juzgado por nadie.» – 1 Corintios 2:14
Reflexión:
Vivir en un mundo lleno de altibajos emocionales puede ser un desafío abrumador. Pero como creyentes, tenemos el Espíritu Santo dentro de nosotros, un guía y un consolador que nos permite superar incluso las tormentas emocionales más intensas. Las circunstancias externas no deberían dictar nuestro estado de ánimo, sino que debemos permitir que la verdad de Dios y su amor incondicional sean nuestra fuente de gozo constante.
A menudo, permitimos que cómo nos sentimos determine cómo actuamos. Si nos sentimos felices, somos amables y optimistas. Si nos sentimos tristes o enojados, tendemos a retraernos o incluso a ser hirientes. Pero esto no es lo que Dios desea para nosotros. Él quiere que vivamos en la plenitud de Su gozo sin importar nuestras circunstancias. Es un proceso que implica aprender a confiar en Su verdad más que en nuestras emociones momentáneas.
Piensa en Carla, una madre soltera, cabeza de hogar luchando con múltiples responsabilidades y estrés financiero. A pesar de sus dificultades y estrés, ella eligió diariamente entregar sus preocupaciones a Dios. En lugar de dejar que la ansiedad dominara su estado de ánimo, recordaba la promesa de Dios de cuidar de sus hijos. A través de su fe en medio de las dificultades, Carla experimentó la paz que supera todo entendimiento y la alegría que solo proviene de Cristo.
No permitamos que las emociones cambiantes controlen nuestra vida. En lugar de eso, encontremos nuestra estabilidad emocional en la presencia de Dios y Su verdad. Él nos da el poder para elegir el gozo en medio de las dificultades y para vivir con una perspectiva eterna que trasciende nuestras circunstancias.
Oración:
Querido Padre, gracias por el don del Espíritu Santo en nuestras vidas. Ayúdanos a no ser controlados por nuestras emociones, sino a encontrar gozo en Tu presencia constante. Fortalécenos para superar las tormentas emocionales y para vivir de acuerdo a Tu verdad. En el nombre de Jesús, Amén.