Cita bíblica:
Isaías 55:6: «Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano»
Reflexión:
Las palabras de este versículo resuenan con una urgencia que muchos de nosotros pasamos por alto. Diariamente, caminamos por esta tierra con innumerables oportunidades para acercarnos a Dios, sin embargo, las desperdiciamos como si tuviéramos un suministro infinito. Mientras tanto, aquellos que ya han partido sin Cristo anhelan desesperadamente una última oportunidad que nunca llegará. Esta realidad debe sacudirnos profundamente. Por tanto, debemos preguntarnos: ¿Estamos aprovechando cada momento para buscar al Señor, o estamos malgastando los preciosos días que se nos han concedido?
Recordemos la parábola del hombre rico y Lázaro en Lucas 16. Este hombre vivió rodeado de abundancia y comodidad, ignorando tanto a Dios como al mendigo que yacía a su puerta. No aprovechó sus muchas oportunidades para mostrar compasión o buscar a Dios. Sin embargo, después de la muerte, encontrándose en tormento, suplicaba desesperadamente que Lázaro pudiera mojar la punta de su dedo en agua para refrescar su lengua. Incluso rogó que se enviara a alguien para advertir a sus hermanos, reconociendo demasiado tarde el valor de las oportunidades perdidas. Esta historia nos revela una verdad aterradora: llegará un momento en que las oportunidades se agotarán, y lo único que quedará será el remordimiento eterno por lo que pudimos haber hecho.
¿Cuántas veces hemos pospuesto nuestra búsqueda de Dios pensando «mañana lo haré»? Es triste pero necesario reconocer que muchos viven como si el infierno no existiera, como si las consecuencias eternas fueran solo una ficción religiosa. Sin embargo, la Palabra de Dios nos advierte claramente sobre esta realidad. No podemos ignorar que, aunque cada persona es libre de elegir cómo vivir, tenemos la responsabilidad de proclamar a Cristo y su venida. El tiempo se acorta, y cada oportunidad desperdiciada es una que nunca volverá. ¿Estamos realmente conscientes del valor infinito de cada día que se nos da?
La lección es clara: debemos buscar a Dios ahora, mientras puede ser hallado. No tenemos garantía del mañana, y cada momento presente es un regalo precioso que no debemos desperdiciar. El infierno está lleno de remordimientos; la tierra, de oportunidades. Esta verdad debe impulsarnos a vivir con urgencia espiritual, aprovechando cada día para profundizar nuestra relación con Dios y compartir Su amor con otros. Las decisiones que tomamos hoy tienen consecuencias eternas. Por lo tanto, no pospongamos lo que es vital. Busquemos a Dios diligentemente, llamémosle mientras está cercano, y vivamos cada día como la preciosa oportunidad que realmente es.
Oremos Juntos:
Padre Celestial, perdónanos por las innumerables oportunidades que hemos desperdiciado para buscarte y servirte. Abre nuestros ojos a la urgencia de vivir cada día en tu presencia. Danos un corazón que reconozca el valor de cada momento y la sabiduría para invertirlo eternamente. No permitas que la comodidad o las distracciones nos alejen de Ti. Ayúdanos a vivir conscientes de la eternidad y a compartir tu verdad con aquellos que nos rodean antes de que sea demasiado tarde. En el nombre de Jesús, amén.
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