Cita bíblica:
Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Reflexión:
La verdadera transformación espiritual trasciende la mera asistencia a la iglesia. Cuando permitimos que Dios more en nosotros, experimentamos un cambio radical que afecta cada aspecto de nuestra vida. Este proceso comienza con la rendición total, donde, como Pablo describe en Gálatas 2:20, morimos a nosotros mismos para que Cristo viva en nosotros. No se trata simplemente de modificar comportamientos externos, sino de una renovación completa desde el interior.
Consideremos la transformación de Saulo de Tarso. Antes de su encuentro con Cristo, era un fariseo dedicado que seguía fielmente las tradiciones religiosas y perseguía a los cristianos. Sin embargo, su verdadera transformación no ocurrió por su religiosidad, sino cuando Cristo se manifestó en su vida camino a Damasco. Este encuentro personal con Jesús lo transformó de perseguidor a apóstol, cambiando no solo sus acciones externas, sino su corazón entero.
La asistencia a la iglesia es importante, pero no es suficiente para una transformación genuina. La verdadera transformación ocurre cuando permitimos que Dios penetre cada rincón de nuestro ser, renovando nuestra mente, sanando nuestras heridas y moldeando nuestro carácter. Este proceso requiere una entrega diaria y una disposición constante a ser transformados desde adentro hacia afuera.
La transformación auténtica es un proceso continuo donde Cristo toma el control de nuestra vida. No se trata de cumplir rituales religiosos, sino de cultivar una relación íntima con Dios que nos transforma progresivamente a Su imagen. Esta transformación se refleja en nuestros pensamientos, actitudes y acciones, manifestando el carácter de Cristo en nosotros.
ORACIÓN:
«Señor Jesús, te pido que mores en mi vida completamente. Ayúdame a morir a mi ego para que Tú puedas vivir plenamente en mí. Transfórmame desde adentro y moldéame según Tu voluntad. En Tu nombre, amén.»
Solo diré, De bendición para mi vida. 🙌😉 Dios les bendiga.