Cita bíblica:
Rut 1:16-17
Pero Rut respondió: «¡No insistas en que te abandone o en que me separe de ti! Porque iré adonde tú vayas y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios. Moriré donde tú mueras y allí seré sepultada. ¡Que me castigue el SEÑOR con toda severidad si me separa de ti algo que no sea la muerte!».
Reflexión:
La historia de Rut es un testimonio conmovedor de fidelidad y compromiso. En Rut 1:16-17, vemos su firme decisión de no abandonar a su suegra Noemí, adoptando a su pueblo y a su Dios como propios. Esta muestra de lealtad nos recuerda la importancia de ser fieles a Dios en todo momento. A pesar de las dificultades y desafíos que enfrentamos, debemos mantenernos firmes en nuestra fe y compromiso con Él. La fidelidad a Dios nos guía, nos fortalece y nos asegura su constante presencia y amparo.
Rut, una moabita, quedó viuda y decidió seguir a su suegra Noemí a Israel, a pesar de las dificultades que esto implicaba. Su declaración de fidelidad es impactante: «Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios». En Belén, Rut trabajó arduamente para sostener a Noemí y a sí misma, encontrando favor en los ojos de Booz, quien luego se convirtió en su redentor. Su fidelidad no solo la llevó a ser parte del linaje de David y de Jesús, sino que también nos enseña la importancia de permanecer fieles y comprometidos, incluso en tiempos difíciles.
Debemos siempre estar pegados a Dios, ser fieles y hacerle saber que no queremos ir a ningún lado si Él no está con nosotros. Así como Rut fue fiel a Noemí, nosotros debemos ser fieles a nuestro Padre celestial. Aunque somos libres de hacer lo que queramos, por amor y fidelidad a Dios, debemos elegir permanecer cerca de Él, no separándonos ni un poco de su presencia y amparo. Esta fidelidad nos brinda la seguridad de que Él está con nosotros en cada paso del camino, guiándonos y protegiéndonos.
La fidelidad ante Dios es una virtud esencial en nuestra vida cristiana. A través del ejemplo de Rut, aprendemos que la lealtad y el compromiso con Dios nos llevan a experimentar su amor y protección de manera profunda. Ser fieles a Dios significa seguirle en todas las circunstancias, confiando en que su voluntad es siempre para nuestro bien. Mantengámonos firmes en nuestra fe, sabiendo que Dios honra nuestra fidelidad y nos recompensa con su presencia constante y su infinita gracia.
Oración:
Señor, te pedimos que nos ayudes a ser fieles a Ti en todo momento. Que, como Rut, podamos mostrar lealtad y compromiso en nuestra relación contigo. Guíanos y fortalécenos en nuestro caminar diario, y que nunca nos apartemos de tu presencia. Gracias por tu amor y protección constante. En el nombre de Jesús, Amén.
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