Cita bíblica:
«Busca la paz y esfuérzate por mantenerla» (1 pedro 3:11)
Reflexión:
En nuestra vida cotidiana, es fácil dejarnos llevar por el enojo y la frustración. Sin embargo, la Biblia nos insta a buscar la paz y esforzarnos por mantenerla (1 Pedro 3:11). Esto significa que debemos ser intencionales en nuestra búsqueda de la paz, en nuestras relaciones y en nuestra manera de vivir. A pesar de las provocaciones y los conflictos que enfrentamos, somos llamados a ser pacificadores, reflejando el carácter de Cristo en todo lo que hacemos. Este esfuerzo requiere paciencia, comprensión y un corazón dispuesto a perdonar.
Un ejemplo claro de ser pacificadores lo vemos en el arresto de Jesús. Pedro, lleno de enojo, cortó la oreja de uno de los guardias. Sin embargo, Jesús, demostrando su amor y compasión, sanó la oreja del guardia, calmando la situación. Jesús, a pesar de estar en una situación de extrema tensión, mostró misericordia y paz. Este acto de Jesús nos enseña la importancia de actuar con calma y amor, incluso en los momentos más difíciles. Cuánto necesitamos aprender de su ejemplo para ser verdaderos pacificadores en nuestro entorno.
Es crucial que no permitamos que el enojo se apodere de nosotros. Debemos calmarnos, esperar y pedirle a Dios que serene nuestro espíritu. Así evitaremos reaccionar de una manera que luego lamentaríamos. Ser pacificadores significa reflejar a Jesús en nuestro corazón. Cada vez que enfrentemos un conflicto, recordemos la importancia de la paz y el autocontrol. Nuestra reacción debe ser un testimonio vivo de la presencia de Cristo en nuestras vidas, mostrando amor y comprensión en lugar de ira y contienda.
En conclusión, ser pacificadores es un llamado divino. En un mundo lleno de conflictos y divisiones, somos llamados a ser faros de paz. Esto no significa que no enfrentaremos desafíos, sino que, en medio de ellos, elegiremos la paz sobre la contienda. Siguiendo el ejemplo de Jesús, debemos sanar en lugar de herir, calmar en lugar de provocar. Al esforzarnos por mantener la paz, estamos cumpliendo con el mandato de Dios y reflejando su amor al mundo.
Oración:
Señor, te damos gracias por el ejemplo de paz y amor que nos diste a través de Jesús. Ayúdanos a ser pacificadores en nuestras vidas diarias, a buscar la paz y mantenerla en medio de las dificultades. Danos la sabiduría y la paciencia para actuar con amor y comprensión, y permítenos reflejar tu carácter en todo lo que hacemos. Que nuestras acciones siempre sean un testimonio de tu presencia en nosotros. En el nombre de Jesús, amén.
Canción Relacionada:
Te recomiendo escuchar «Dios de Paz» por Samuel Adrián
