Cita bíblica:
«Y José tomó el cuerpo y lo envolvió en una sábana limpia de lino, y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y rodando una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue.» Mateo 27:59-60.
Reflexión:
En el Sábado Santo, el mundo se sumerge en un profundo silencio. Jesús yace en el sepulcro, aparentemente derrotado por la muerte. Pero en medio de la oscuridad más densa, la luz de la esperanza brilla con intensidad. Este día nos recuerda que incluso en los momentos más oscuros de nuestras vidas, la esperanza nunca nos abandona.
Aunque el Sábado Santo pueda parecer un día de desolación y tristeza, también es un día de espera expectante. Esperamos con fe y confianza en la promesa de que la muerte no tiene la última palabra. Jesús nos enseñó que la vida emerge incluso de las tumbas más oscuras, y en su resurrección encontramos la garantía de nuestra propia esperanza y redención.
En este Sábado Santo, reflexionemos sobre el significado de la espera paciente. Aunque aún no veamos la luz al final del túnel, sabemos que la mañana de la resurrección está por venir. Que este día nos llene de una expectativa renovada y nos recuerde que, incluso en medio de la oscuridad, Dios está obrando en silencio para traer vida y esperanza a nuestras vidas.
Oración:
Padre celestial, en este sábado santo nos acercamos a ti con nuestros corazones cargados de tristeza y dolor. Ayúdanos a encontrar consuelo y esperanza en medio de la oscuridad, sabiendo que tú tienes el poder de transformar incluso las situaciones más terribles en algo hermoso y redentor. Ayúdanos a confiar en ti y a recordar que siempre estás con nosotros, incluso en nuestros momentos más oscuros. En el nombre de Jesús, amén.
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