Cita bíblica:
«Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él actuará. Hará que tu justicia resplandezca como el alba; tu justa causa, como el sol de mediodía. Salmo 37:5-6
Reflexión:
A menudo, cuando enfrentamos injusticias, anhelamos que Dios intervenga y haga justicia de inmediato. Sin embargo, debemos recordar que Dios primero desea trabajar en nuestro corazón antes de actuar en nuestras circunstancias. Es fácil caer en la trampa de la impaciencia y la amargura cuando vemos injusticias a nuestro alrededor, pero la Palabra de Dios nos enseña que su proceso es primero tratar con nosotros, transformando nuestros corazones para reflejar su carácter y amor.
Consideremos la vida de David, quien experimentó la persecución y el acoso de Saúl, el rey de Israel. En medio de sus sufrimientos y anhelando justicia, David clamaba a Dios por intervención. Sin embargo, Dios quería tratar con David primero, moldeando su carácter y fortaleciendo su fe. A través de la adversidad, Dios preparaba a David para su llamado como futuro rey de Israel, enseñándole la importancia de confiar en Él y mantener su integridad a pesar de las circunstancias.
La paciencia es una virtud que a menudo se pone a prueba en tiempos de injusticia. Es tentador buscar venganza o resolver las cosas por nuestra cuenta, pero la Palabra de Dios nos insta a confiar en el Señor y permitir que Él obre en su tiempo perfecto. Al someternos al tratamiento de Dios, permitimos que Él transforme nuestros corazones, nos enseñe lecciones importantes y nos prepare para su propósito en nuestras vidas. En lugar de aferrarnos a la amargura y la ira, debemos buscar su rostro, entregando nuestras preocupaciones y esperanzas en sus manos amorosas.
Cuando confiamos en Dios para tratar con nuestras injusticias, nos transforma primero para que podamos reflejar su justicia y luz en el mundo. Su proceso puede ser difícil de entender en el momento, pero al final, nos lleva a un lugar de mayor madurez espiritual y una relación más profunda con Él. Así que, mientras esperamos su justicia, recordemos que su objetivo es siempre nuestro bienestar y su gloria.
Oración:
Padre celestial, te agradecemos por tu amor y fidelidad hacia nosotros. Ayúdanos a confiar en tu proceso, incluso cuando enfrentamos injusticias y dificultades. Enséñanos a someternos a tu tratamiento, sabiendo que tu deseo es transformarnos para reflejar tu justicia y amor en este mundo. En el nombre de Jesús, amén.
Dios bendiga gracias por estoo
hola Rebeca, mil gracias por tu comentario, Bendiciones pata ti!!