Cita bíblica:
Éxodo 23:8 [8]»No aceptes sobornos, porque el soborno te lleva a hacerte de la vista gorda en aquello que ves con claridad. El soborno mueve incluso a una persona justa a tergiversar la verdad.»
Reflexión:
En un mundo donde la corrupción acecha en cada esquina, ¿Cómo podemos mantenernos firmes en la verdad y la integridad? La Palabra de Dios nos advierte sobre los peligros del soborno y la corrupción, señalando que incluso los justos pueden ser tentados a desviarse. Es crucial reflexionar sobre nuestra propia rectitud y resistir cualquier influencia corruptora que pueda amenazar nuestra integridad.
La trágica historia de Judas Iscariote sirve como un recordatorio vívido de los peligros de la corrupción. A pesar de ser uno de los discípulos de Jesús, Judas permitió que la codicia y el deseo de ganancia personal lo llevaran a traicionar a su Maestro por unas monedas de plata. Su elección de dejarse corromper por la influencia del dinero lo llevó a un destino lamentable y trágico.
Es esencial mantenernos firmes en la verdad y la justicia, incluso cuando enfrentamos presiones externas o tentaciones. No debemos permitir que la codicia, el deseo de poder o cualquier otro tipo de corrupción socave nuestra integridad moral. Para resistir la corrupción, debemos cultivar una vida de oración, tener dominio propio frente a esas situaciones, estudiar diligentemente la Palabra de Dios y rodearnos de personas que nos animen a vivir con integridad y rectitud.
La integridad es un atributo valioso que nos distingue como seguidores de Cristo en un mundo lleno de corrupción y engaño. Al resistir la corrupción y caminar en la verdad, honramos a Dios y demostramos nuestro compromiso con principios divinos que trascienden las normas del mundo.
Oración:
Padre celestial, te pedimos que nos fortalezcas en nuestra determinación de vivir con integridad y resistir cualquier forma de corrupción que amenace nuestra fe. Ayúdanos a mantenernos firmes en la verdad y a ser luces en medio de la oscuridad. En el nombre de Jesús, amén.