Cita bíblica:
«Y me postro de rodillas ante el Padre, de quien recibe su nombre toda familia en el cielo y en la tierra. Le pido que, por medio de su gloriosa riqueza, los fortalezca con poder en lo íntimo de su ser, para que por fe Cristo habite en sus corazones. Y pido que, arraigados y cimentados en amor, puedan comprender, junto con todos los santos, cuán ancho y largo, alto y profundo es el amor de Cristo; en fin, que conozcan ese amor que sobrepasa nuestro conocimiento, para que sean llenos de la plenitud de Dios.» (Efesios 3:14-19)
Reflexión
El amor de Dios es un tema que desafía nuestra comprensión humana. Es un amor infinito que trasciende todos los límites y fronteras. Es un amor que no tiene medida ni fin, y nos envuelve en su gracia y misericordia. A medida que nos sumergimos en el amor de Dios, experimentamos Su poder transformador en nuestras vidas y encontramos consuelo, esperanza y propósito.
Imagina una persona que ha cometido un error y se siente abrumada por la culpa y el remordimiento. Se pregunta si existe alguna posibilidad de ser amada y perdonada. Sin embargo, al encontrar el amor de Dios, descubre que su amor no tiene límites ni condiciones. Es un amor que se extiende mas allá de sus fallas y debilidades y que ofrece una nueva oportunidad. Esta persona es liberada de la carga del pecado y encuentra una nueva esperanza en el amor infinito de Dios.
Oremos juntos…
Oración:
Padre celestial, te damos gracias por tu amor sin límites que nos sostiene y transforma. Ayúdanos a comprender cada vez más la amplitud y profundidad de tu amor, para que podamos vivir arraigados y anclados en él. Que tu amor nos ayude a amar a los demás de la misma manera, extendiendo tu gracia y misericordia a quienes nos rodean. Llénanos con tu plenitud, para que seamos testigos vivos de tu amor en el mundo. En el nombre de Jesús, Amén.
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