Cita bíblica:
«Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.» – Colosenses 3:2 (RVR1960)
Reflexión
En nuestra vida diaria, estamos constantemente expuestos a influencias y distracciones que pueden afectar nuestras almas y corazones. Las preocupaciones, las tentaciones y las presiones del mundo pueden impedir que prestemos atención a las cosas que realmente importan. Sin embargo, como cristianos, estamos llamados a dirigir nuestra mirada a las cosas celestiales, a nutrir nuestras almas y corazones con lo que es eterno y trascendente.
La Palabra de Dios nos impulsa a apuntar a las cosas de arriba, las realidades celestiales que existen más allá de este mundo temporal. Al hacerlo, nos damos cuenta de que nuestra verdadera identidad y nuestro verdadero propósito se encuentran en Cristo y Su reino. Alimentar nuestras almas y corazones con las cosas celestiales implica buscar a Dios en oración, estudiar su Palabra, cultivar una relación cercana con él y vivir de acuerdo con sus principios y sus mandamientos.
Un ejemplo cotidiano de esto es cuando elegimos pasar nuestro tiempo y nuestra mente leyendo la Biblia en lugar de su contenido vacío y sin valor. Cuando elegimos invertir en nuestra relación con Dios a través de la oración y la adoración en lugar de distraernos con entretenimiento superficial. Al elegir perdonar y amar a los demás en lugar de aferrarse al resentimiento y al odio. Estas decisiones diarias reflejan nuestro deseo de nutrir nuestras almas y almas con cosas divinas.
Oración:
Padre celestial, te agradecemos por tu amor y gracia al permitirnos buscar y cultivar las cosas del cielo. Ayúdanos a volvernos siempre hacia Ti ya reconocer lo que nos separa de Tu voluntad. Deja que tu Espíritu Santo nos guíe y nos fortalezca en el camino para llegar a ser completos en Cristo. Que nuestras acciones, palabras y pensamientos reflejen nuestra pasión por ti y tu reino. En el nombre de Jesús, Amén.