Cita bíblica:
«La lengua tiene poder sobre la vida y la muerte; los que la aman comerán de su fruto» – Proverbios 18:21
Reflexión:
La Biblia nos enseña que nuestras palabras tienen un gran poder. Lo que decimos con nuestras bocas puede tener un impacto significativo en nuestras vidas y en las vidas de los demás. Las palabras pueden construir y edificar, o pueden destruir y derribar.
Por eso, es importante que seamos cuidadosos con lo que decimos. Si queremos ver bendiciones en nuestra vida, debemos declararlas con nuestras palabras. Debemos hablar positivamente acerca de nosotros mismos, de los demás y de nuestras circunstancias.
Debemos recordar que somos creados a imagen y semejanza de Dios, y Él es un Dios de bendiciones. Él quiere que experimentemos la abundancia de Su amor, gracia y misericordia en nuestra vida. Pero para recibir estas bendiciones, debemos estar dispuestos a declararlas con nuestras palabras.
En lugar de hablar negativamente sobre nuestras dificultades y problemas, debemos declarar la victoria y la solución. En lugar de hablar mal de nosotros mismos, debemos declarar nuestra identidad en Cristo. En lugar de hablar mal de los demás, debemos declarar bendición y favor sobre sus vidas.
Cuando hablamos positivamente y declaramos bendiciones en nuestra vida, estamos en línea con la voluntad de Dios. Estamos abriendo las puertas para que Él actúe poderosamente en nuestra vida y en las vidas de los demás.
Oración:
Padre Celestial, hoy te pido que me ayudes a ser cuidadoso con mis palabras. Ayúdame a hablar positivamente y a declarar bendiciones en mi vida y en la vida de los demás. Gracias por tu amor y por las innumerables bendiciones que has derramado sobre mí. Ayúdame a caminar en tu voluntad y en tus caminos. En el nombre de Jesús, amén.
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