Cita bíblica:
«»Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.» – Mateo 7:14
Reflexión
En la vida cotidiana podemos encontrar personas que han optado por vivir sin Dios, lejos de su amor y guía. Pueden creer que tienen el control de su propio destino y que no necesitan depender de un Ser superior. La realidad, sin embargo, es que una vida sin Dios puede ser un camino difícil sin un propósito real.
Un ejemplo bíblico de un personaje que se alejó de Dios es el rey Saúl. A lo largo de su reinado, Saúl desobedeció repetidamente las instrucciones de Dios y actuó en desacuerdo con Su voluntad. Un momento significativo en el que se evidencia su alejamiento de Dios es cuando buscó la ayuda de una medium en Endor para obtener consejo, en lugar de buscar la guía de Dios. Esta acción demostró su falta de confianza en Dios y su disposición a recurrir a métodos prohibidos por Él. Su desobediencia y falta de arrepentimiento finalmente llevaron a Dios a rechazarlo como rey y a buscar un sucesor en David. Esta historia se encuentra en 1 Samuel 28:3-25.
Cuando caminamos sin el Señor, enfrentamos desafíos y adversidades que parecen insuperables y sin esperanza alguna. Carecíamos de la guía y el consuelo que solo él podía brindar. Aunque aparentamos ser libres para tomar nuestras propias decisiones, en realidad estamos atrapados en un círculo vicioso de egoísmo, ansiedad y vacío espiritual.
Por el contrario, una vida de comunión con Dios nos ofrece el camino de la esperanza, el propósito y la realización. A medida que abrimos nuestro corazón a Su amor y Su guía, encontraremos que Él nos fortalece en medio de las pruebas y nos dirige hacia una vida abundante. En su presencia encontramos consuelo en los momentos difíciles, sabiduría para tomar decisiones y la certeza de que no estamos solos en nuestro camino.
Oración:
Padre celestial, reconocemos que necesitamos tu dirección y presencia en nuestra vida. Te pedimos perdón por las veces que hemos caminado sin Ti, confiando en nuestras propias fuerzas y persiguiendo nuestros propios deseos. Sabemos que una vida sin Ti es un camino difícil y vacío. Anhelamos experimentar la plenitud y el propósito que solo Tú puedes brindar. Ayúdanos a rendirnos a Ti, a confiar en Tu guía y a vivir de acuerdo a Tus principios. Permítenos experimentar la verdadera libertad y gozo que solo se encuentra en una vida en comunión contigo. En Tu nombre, amén.
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