Cita bíblica:
Salmos 139:15-17 RVR1960 No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas. ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos!
Reflexión:
En el taller divino de la creación, Dios meticulosamente tejió cada fibra de tu ser. No hay un solo detalle de tu existencia que haya escapado a Su atención amorosa. Desde lo más profundo de la tierra, fuiste formado con esmero y propósito. En el Salmo 139, el salmista nos revela la profundidad del amor de Dios al describir cómo fuimos vistos por Sus ojos incluso antes de nacer.
Imagina por un momento el cuidado y la dedicación con los que un tejedor crea una obra maestra. Dios, en Su infinita sabiduría, nos forma con precisión y nos contempla con amor mientras nos entreteje en el lienzo de la vida. Cada uno de nosotros es un testimonio del pensamiento precioso de Dios. Él nos ve con ojos de amor, y Su amor es la esencia que nos sostiene.
En este día, te invito a reflexionar sobre la maravilla de tu propia existencia. Eres amado más allá de lo que puedas comprender. Así como Dios se deleita en Su obra maestra, deberíamos tratarnos con el mismo amor y respeto. Ámate a ti mismo, reconociendo que eres un diseño divino, único y precioso en las manos del Creador.