Cita bíblica:
«Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y síguela.» – Salmos 34:14
Reflexión:
En el camino de la vida, muchas veces nos encontramos en encrucijadas donde debemos decidir entre lo correcto y lo conveniente. A menudo, aplazamos hacer lo correcto por miedo, comodidad o porque creemos que ya es demasiado tarde para cambiar. Sin embargo, la verdad divina nos enseña que nunca es tarde para hacer lo correcto. Cuando damos ese paso valiente hacia la rectitud, no solo honramos a Dios, sino que también restauramos nuestro propio espíritu. El arrepentimiento sincero y el cambio de rumbo siempre son bienvenidos en el reino celestial.
Para Jesús, el ejemplo supremo de rectitud, no fue fácil dar su vida por nosotros. Imagine el peso de su sacrificio: los golpes, el dolor, el rechazo, el sufrimiento, la tortura y las lágrimas que soportó. Cuando estuvo en el Jardín de Getsemaní, incluso suplicó: «Padre, si es posible, pase de mí esta copa» (Mateo 26:39). Sin embargo, eligió hacer lo correcto a pesar del costo personal inmenso. Su disposición a seguir el camino del sacrificio, aunque difícil, demuestra que el amor verdadero siempre elige hacer lo correcto, sin importar el precio. Jesús no esperó hasta que fuera conveniente; actuó en el momento divino perfecto.
Amado hermano, amada hermana, si quieres ver a Dios obrar poderosamente en tu vida, da tú el primer paso. Cuando decides hacer lo correcto, cuentas con el respaldo divino. El Señor te ve. Él te dice: «Abandona lo que tienes que abandonar, y yo me encargaré de sanar el dolor que produzca dejar eso atrás». Renuncia a lo que está mal, y Él te dará la fuerza para no volver atrás. No esperes hasta mañana; el momento de hacer lo correcto siempre es ahora.
La Escritura nos recuerda en Gálatas 6:9: «No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos». Esta promesa nos asegura que nunca es tarde para enmendar nuestros caminos. Cada decisión correcta, por pequeña que parezca, está sembrada en tierra fértil y eventualmente dará fruto. Dios honra nuestros esfuerzos por vivir rectamente, y aunque el camino pueda ser difícil al principio, la paz y la alegría que vienen de hacer lo correcto superan cualquier comodidad temporal que el mal pueda ofrecer. Recuerda: en el reino de Dios, un paso hacia la rectitud vale más que mil excusas.
Oremos juntos:
Padre Celestial, te doy gracias porque tu misericordia me permite comenzar de nuevo cada día. Dame el valor para hacer lo correcto, incluso cuando sea difícil. Ayúdame a abandonar aquello que me aleja de ti y confiar en que sanarás mis heridas. Fortalece mi determinación para no volver a los viejos caminos. Gracias porque nunca es tarde para enderezar mis sendas y experimentar tu restauración. En el nombre poderoso de Jesús, quien dio el ejemplo supremo de hacer lo correcto a pesar del costo. Amén.
Amén 🙏🏻