Cita bíblica:
Filipenses 3:12-13 – «No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante.»
Reflexión:
Muchos hemos caído en la trampa de pensar que ser cristiano significa perfección instantánea. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja y hermosa. En primer lugar, el cristianismo no es un estado de perfección alcanzada, sino un camino de transformación continua. Además, este proceso implica luchas, caídas y levantadas que forman parte esencial de nuestro crecimiento espiritual. Por consiguiente, nuestra fe no nos convierte automáticamente en seres impecables, sino que nos coloca en un sendero donde, día tras día, el Espíritu Santo trabaja pacientemente en nosotros. Finalmente, reconocer nuestra imperfección no disminuye nuestra fe; por el contrario, la hace auténtica y nos mantiene dependientes de la gracia de Dios.
La Biblia está llena de ejemplos de personas de fe que mostraron grandes imperfecciones. Consideremos a Pedro, uno de los discípulos más cercanos a Jesús. A pesar de su fervor y su declaración audaz: «Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré», negó a Jesús tres veces cuando llegó el momento de la prueba. Asimismo, encontramos a David, un hombre conforme al corazón de Dios, quien cometió adulterio con Betsabé y luego mandó matar a su esposo para cubrir su pecado. También está Pablo, quien antes de su conversión perseguía sin piedad a los cristianos, y quien después luchó constantemente con lo que llamó «un aguijón en la carne». Estos hombres, pilares de nuestra fe, no fueron perfectos, sino humanos que dependieron completamente de la gracia de Dios para seguir adelante y ser transformados progresivamente.
¿Alguna vez te han dicho, «¿y eso que es cristiano!»? Muchas personas no convertidas creen que ser cristiano significa convertirse instantáneamente en un ser sin faltas ni debilidades. Esta expectativa irreal no sólo pesa sobre nosotros, sino que distorsiona la verdadera esencia del evangelio. Debemos entender que el único perfecto es Dios. Cada día enfrentamos nuestras propias luchas y batallas internas. Ser cristiano no significa haber alcanzado la perfección, sino vivir en un proceso constante de crecimiento y obediencia a Dios, reconociendo que a veces flaqueamos. Jesús es nuestro modelo a seguir, pero no somos Jesús. Sentimos, nos enojamos, tenemos pensamientos inapropiados como cualquier ser humano, pero la diferencia radica en nuestro anhelo de ser cada día más como Cristo.
La buena noticia es que Dios no espera perfección, sino progreso. El cristianismo auténtico reconoce esta verdad y encuentra consuelo en ella. Cuando aceptamos nuestra humanidad frágil, paradójicamente, permitimos que la gracia de Dios brille con mayor intensidad en nuestras vidas. Nuestro testimonio más poderoso no es una vida sin errores, sino una vida que se levanta después de cada caída, que pide perdón cuando falla, y que persiste en el camino a pesar de las dificultades. Esta es la belleza del evangelio: no que seamos perfectos, sino que servimos a un Dios perfecto que nos ama incondicionalmente y nos transforma pacientemente. En este proceso, encontramos libertad para ser auténticos, para crecer y para reflejar cada día un poco más el carácter de Cristo.
Oremos juntos:
Padre celestial, gracias porque tu amor no depende de nuestra perfección, sino que nos amas en medio de nuestras luchas y fallos. Perdónanos cuando hemos pretendido una perfección que no tenemos o cuando hemos juzgado duramente a otros por sus imperfecciones. Ayúdanos a recordar que todos somos obra en proceso, y que tu gracia es suficiente en nuestra debilidad. Danos un corazón humilde que reconozca su necesidad constante de ti, y paciencia mientras nos transformas a la imagen de tu Hijo. En el nombre de Jesús, amén.
Dios les bendiga grandemente, que la gracia y misericordia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes y sus familias. Muchas gracias por este devocional y por todos los demás. Cristo Jesús les bendiga 🙏🏻
Hola Pilar, Muchas gracias por tu comentario, nos alegra muchísimo que sean de bendición para ti, Un fuerte abrazo y Dios te bendiga!
Amen que bendición que Dios les bendiga mas
Hola Pedro, Mil gracias por tu comentario, amen, Dios te bendiga!!