Cita bíblica:
Proverbios 29:18 – «Donde no hay visión, el pueblo se extravía; mas el que guarda la ley es bienaventurado.»
Reflexión:
En un mundo lleno de distracciones y caminos divergentes, es fácil perder de vista nuestro verdadero propósito. Sin embargo, como hijos de Dios, estamos llamados a vivir con intención y dirección. Cuando carecemos de una visión clara para nuestras vidas, corremos el riesgo de ser arrastrados por las corrientes de la sociedad, alejándonos de los planes divinos que Dios ha trazado para nosotros. Es crucial, por lo tanto, que busquemos con diligencia la voluntad de Dios y nos esforcemos por discernir el camino que Él ha preparado para nosotros.
La historia de los dos ciegos en Mateo 20:29-34 nos brinda una poderosa lección sobre la importancia de tener una visión clara. Cuando Jesús les preguntó: «¿Qué quieren que haga por ustedes?», ellos respondieron sin titubear: «Señor, queremos recobrar la vista». Esta respuesta directa y llena de fe nos muestra la importancia de saber exactamente lo que necesitamos y deseamos en nuestra vida espiritual. Al igual que estos hombres, debemos acercarnos a Dios con una petición clara y específica, confiando en que Él tiene el poder para transformar nuestras vidas y cumplir Sus propósitos en nosotros.
¿Cuántas veces nos hemos encontrado viviendo una vida que no es la que realmente deseamos? Es fundamental comprender que si no trabajamos por nuestros sueños, alguien nos contratará para que trabajemos por los suyos. Dios constantemente nos pregunta qué quiere hacer por nosotros, pero muchas veces no sabemos qué responder. Es hora de que nos detengamos, reflexionemos y busquemos la guía divina para descubrir nuestro verdadero propósito y vivir la vida abundante que Dios ha planeado para nosotros.
Al cultivar una visión clara y alineada con la voluntad de Dios, nos posicionamos para experimentar una vida plena y significativa. No permitamos que la falta de dirección nos lleve a conformarnos con menos de lo que Dios tiene para nosotros. Busquemos Su rostro diariamente, estudiemos Su Palabra y mantengamos una comunicación constante con Él a través de la oración. Solo así podremos discernir y seguir el camino que Él ha trazado para nosotros, viviendo una vida que refleje Su gloria y cumpla Su propósito eterno.
Oración:
Padre celestial, te pedimos que nos des claridad y visión para nuestras vidas. Ayúdanos a discernir Tu voluntad y a tener el coraje de seguirla. Que nuestros ojos espirituales sean abiertos para ver el camino que has trazado para nosotros. Danos la fuerza para perseguir Tus propósitos y no conformarnos con menos de lo que has planeado. En el nombre de Jesús, amén.