Cita bíblica:
Deuteronomio 28:12-14 Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado. Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas, y si no te apartares de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos y servirles.
Reflexión:
En Deuteronomio 28:12-14, Dios nos promete bendiciones abundantes si seguimos sus mandamientos. Él se compromete a abrir los cielos para enviar lluvia a nuestra tierra y bendecir la obra de nuestras manos. Sin embargo, estas promesas están condicionadas a nuestra obediencia y esfuerzo. Debemos tocar puertas, trabajar diligentemente y no apartarnos de sus enseñanzas. En el proceso, Dios nos asegura que seremos cabeza y no cola, siempre y cuando hagamos nuestra parte con fe y perseverancia.
La historia de Josué y la conquista de Jericó es un claro ejemplo de esta promesa en acción. Dios le prometió a Josué la victoria, pero Josué y el pueblo de Israel tuvieron que hacer su parte. Siguiendo las instrucciones divinas, marcharon alrededor de la ciudad durante siete días. En el séptimo día, al sonar las trompetas y gritar, los muros de Jericó cayeron. Josué obedeció fielmente y realizó su parte, y Dios abrió la puerta de la victoria. Esta historia nos muestra que, al confiar y actuar según la voluntad de Dios, Él nos brinda el triunfo.
¿Necesitas que Dios abra una puerta? Recuerda que debes hacer tu parte y confiar en la promesa de Deuteronomio 28:12-14. Dios te dice que abrirá una puerta de mucha bendición si sigues sus mandatos y trabajas con fe. Él actuará en su tiempo perfecto. Por lo tanto, sigue tocando puertas con perseverancia y sin desánimo. Mantén una actitud de obediencia y confianza en su palabra. Así, verás cómo las bendiciones que tanto esperas llegan a tu vida, cumpliendo su promesa de prosperidad y protección.
La promesa de Dios es clara: Él abrirá sus tesoros y bendecirá nuestra labor si permanecemos obedientes y diligentes. Tocar puertas es una metáfora de nuestra responsabilidad de actuar y buscar oportunidades con fe. No podemos esperar recibir sin antes esforzarnos y confiar en que Dios cumplirá su parte. Sigamos sus mandamientos, mantengamos la fe y perseveremos en nuestros esfuerzos. En su tiempo, Dios abrirá las puertas necesarias y derramará sobre nosotros sus bendiciones.
Oración:
Señor, gracias por tus promesas y por la seguridad de tu provisión. Ayúdame a ser diligente y obediente a tus mandamientos. Dame la sabiduría y la perseverancia para seguir tocando puertas, confiando en que tú abrirás las correctas en tu tiempo perfecto. Que mi vida sea un testimonio de tu fidelidad y gracia. Amén.
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