Cita bíblica:
Juan 4:13-14 Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; 14 mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
Reflexión:
En la vida, a menudo buscamos llenar nuestros vacíos con cosas que solo nos proporcionan satisfacción temporal. Jesús, en Juan 4:13-14, nos recuerda que el agua que este mundo ofrece no puede saciar nuestra sed espiritual. Solo el agua viva que Él nos da puede satisfacer nuestra alma para siempre. Es fácil distraernos y buscar en los lugares equivocados, pero debemos recordar que solo en Jesús encontramos la verdadera plenitud y vida eterna.
La historia de la samaritana en el pozo es un ejemplo claro de esto. Ella buscaba satisfacción en las relaciones con varios hombres, pero ninguno pudo llenar el vacío en su corazón. Jesús le ofreció el agua viva, la única que podía saciar su sed espiritual de manera permanente. Al igual que la samaritana, a menudo buscamos llenar nuestros vacíos en cosas temporales y mundanas, pero solo Cristo puede ofrecernos una satisfacción duradera y completa.
Es importante preguntarnos: ¿a qué pozo estamos acudiendo para llenar nuestros vacíos? ¿Quizás a las redes sociales en busca de aceptación? ¿A los videojuegos para evitar enfrentar la realidad? ¿A fiestas, amigos, amores, dinero, placer o poder pensando que ellos saciarán nuestra sed? Al final, nada de esto nos llena verdaderamente. Todo es pasajero, y solo lo eterno tiene valor. Jesús nos invita a beber de su agua viva para encontrar verdadera satisfacción y propósito.
Al buscar llenar nuestros vacíos en los lugares equivocados, nos alejamos de la verdadera fuente de vida. Jesús nos ofrece una satisfacción que perdura y transforma. Al beber del agua que Él nos da, encontramos paz, propósito y una vida plena en Él. No sigamos sacando agua de pozos que no nos llenan; acerquémonos a Cristo y dejemos que su amor y gracia llenen cada rincón de nuestro ser.
Oración:
Padre Celestial, gracias por ofrecerme el agua viva que sacia mi sed para siempre. Ayúdame a reconocer los pozos equivocados a los que he estado acudiendo y a buscar en Ti la verdadera satisfacción y plenitud. Llena mi corazón con Tu amor y guía mis pasos hacia la vida eterna que solo Tú puedes ofrecer. En el nombre de Jesús, Amén.
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Amen, Gracias por tu comentario patricia, Dios te bendiga!!