Cita bíblica:
Deuteronomio 11:19
Y enseñadlas a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.
Reflexión:
Padres, si desean que sus hijos amen a Dios, es crucial enseñarles desde pequeños sobre Su amor y Sus caminos. Deuteronomio 11:19 nos exhorta a hablar de los mandamientos de Dios con nuestros hijos en todo momento: al sentarnos en casa, al caminar, al acostarnos y al levantarnos. Esta enseñanza continua y natural asegura que nuestros hijos crezcan con una comprensión profunda y personal de la fe. Al compartir nuestra fe diariamente, sembramos semillas de amor por Dios en sus corazones.
El ejemplo de Ana y su hijo Samuel es un testimonio poderoso de la importancia de enseñar a los hijos sobre Dios desde una edad temprana. Ana, desesperada por tener un hijo, oró fervientemente al Señor y prometió dedicarlo a Su servicio. Cuando Samuel nació, Ana cumplió su promesa y lo llevó al templo para que aprendiera de Dios bajo la tutela del sacerdote Elí. Samuel creció en el conocimiento y amor de Dios, y eventualmente se convirtió en un gran profeta. Esto demuestra que la dedicación temprana y el entorno piadoso pueden forjar líderes espirituales para el futuro.
Es vital que nuestros hijos conozcan a Dios y reconozcan Su obra en nuestras vidas. Cuéntales cómo Dios te ha ayudado en tiempos difíciles, cómo provee para nuestras necesidades y cómo cada día es un regalo de Su amor. Al compartir testimonios personales de la bondad de Dios y al leer la Biblia juntos, plantamos en ellos una fe que crecerá con el tiempo. Recordemos que cada enseñanza y cada historia compartida son oportunidades para inculcar en ellos el amor y la reverencia hacia Dios.
En conclusión, enseñar a nuestros hijos sobre Dios y Su amor es una de las responsabilidades más importantes que tenemos como padres. Al hacerlo, les damos una base sólida de fe que les guiará a lo largo de sus vidas. No subestimemos el poder de una conversación diaria sobre Dios y Su palabra. Con dedicación y constancia, veremos cómo nuestros hijos desarrollan una relación personal y profunda con el Señor, convirtiéndose en verdaderos seguidores de Cristo.
Oración
Señor, te pedimos sabiduría y fortaleza para enseñar a nuestros hijos sobre Tu amor y Tus caminos. Ayúdanos a ser ejemplos vivos de fe y a compartir Tu palabra en cada momento de nuestras vidas. Que nuestros hijos crezcan conociéndote y amándote profundamente. Danos la gracia de guiarles hacia Ti y de plantar en sus corazones la semilla de la fe. En el nombre de Jesús, amén.
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