Cita bíblica:
1 Juan 2:15 15 No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
Reflexión:
La Palabra de Dios nos advierte en 1 Juan 2:15 sobre el peligro de amar al mundo y sus cosas. En un mundo lleno de influencias y presiones, es crucial recordar que como hijos de Dios, nuestra vida debe reflejar los valores del Reino y no los del mundo. En lugar de conformarnos con imitar lo que vemos a nuestro alrededor, estamos llamados a ser luz y sal, influenciando al mundo con el amor y la verdad de Cristo.
El rey Salomón, hijo de David, fue conocido por su sabiduría y bondad. Sin embargo, al final de su reinado, permitió que sus numerosas esposas lo llevaran por un camino de idolatría y desobediencia a Dios. A pesar de su sabiduría inicial, Salomón cedió ante las presiones del mundo y sufrió las consecuencias de apartarse de los caminos del Señor.
Es esencial recordar que nuestra identidad como hijos de Dios nos llama a vivir de manera diferente a la del mundo. No debemos seguir ciegamente las tendencias y prácticas del mundo, sino buscar la sabiduría de Dios en cada decisión que tomemos. Al vivir en obediencia a su Palabra, podemos ser un ejemplo para los demás, mostrándoles el amor transformador de Cristo y el camino de vida que ofrece.
No podemos permitir que el mundo dicte nuestros valores y acciones. En cambio, debemos buscar la sabiduría de Dios y vivir en obediencia a su Palabra, siendo luz y sal en un mundo oscuro y necesitado. Que nuestra vida refleje el amor y la verdad de Cristo, inspirando a otros a seguir su camino.
Oración:
Padre celestial, ayúdanos a no conformarnos con imitar al mundo, sino a vivir según tu Palabra y tu voluntad. Que nuestra vida sea un testimonio vivo de tu amor y verdad, inspirando a otros a seguirte. En el nombre de Jesús, Amén.
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