Cita bíblica:
«Porque decía: Si tocare solamente su manto, seré salva.» – Mateo 9:21
Reflexión
En la Biblia leemos la historia de una mujer que había estado sangrando durante doce años. Buscó ayuda de muchos médicos, pero nadie pudo curarla. Sin embargo, ella creía que con sólo tocar el borde del manto de Jesús, sería sanada. Con fe y determinación, se abrió paso entre la multitud hacia Jesús y tocó Su manto, recibiendo instantáneamente la sanidad que había anhelado.
Esta historia nos enseña la importancia de acercarse a Jesús con fe y confianza. La mujer enfrentó una situación desesperada, pero su fe la movió a mirar a Jesús como su única fuente de esperanza y sanidad. Reconoció el poder y la autoridad de Jesús, y estaba convencida de que con solo tocar su manto la liberaría.
En la vida cotidiana, también podemos experimentar momentos de duelo, dolor y privación. Podemos sentirnos desesperados mientras buscamos respuestas y soluciones. Sin embargo, la lección de esta historia es que Jesús está presente y disponible para obrar milagros en nuestras vidas. Como la mujer, debemos acercarnos a Él con fe, sabiendo que en Su presencia encontraremos la liberación y el consuelo que buscamos.
Oración:
Amado Jesús, reconocemos que Tú eres el poderoso sanador y liberador. Te acercamos nuestras necesidades y dificultades, confiando en que en Tu presencia encontraremos la solución y la libertad que tanto anhelamos. Permítenos tocar el borde de Tu manto y experimentar el poder de Tu amor y gracia en nuestras vidas. Te entregamos nuestras cargas y confiamos en que Tú eres capaz de obrar milagros en medio de nuestras circunstancias. Danos la fe y la perseverancia para acercarnos a Ti en busca de sanidad y liberación. En Tu nombre, amén.