Cita bíblica:
Filipenses 4:8 8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si hay algo digno de alabanza, en esto pensad.
Reflexión:
En el bullicio del mundo, nuestras elecciones musicales no son triviales. Filipenses 4:8 nos insta a enfocarnos en lo puro y admirable. La música puede ser una herramienta poderosa; recordemos cómo David, con su arpa, alivió el tormento del rey Saul.
En los tiempos del rey Saúl, David no solo era conocido por ser un valiente guerrero, sino también por su habilidad para tocar el arpa. Cuando el espíritu maligno atormentaba a Saúl, David tocaba música edificante que calmaba su corazón y lo acercaba a Dios (1 Samuel 16:23). Este ejemplo destaca el poder espiritual de la música que elige. La armonía celestial de David ilustra cómo la música puede ser un canal divino para calmar y elevar el espíritu. La melodía correcta puede transformar entornos y abrir nuestro corazón a la presencia de Dios.
En nuestra era moderna, la elección de la música sigue siendo crucial. ¿Qué tipo de melodías llenan nuestros días? Optar por música que refleje los valores del Reino y eleve nuestros corazones hacia lo celestial puede tener un impacto significativo en nuestra perspectiva y relación con Dios .No subestimemos el poder de la música. Las letras y melodías influyen en nuestra mente y emociones. El diablo también se vale de la música para sembrar discordia, llenarnos la mente de malos pensamientos y trabajarnos el subconsciente. Seamos selectivos; la música que edifica nos conecta con lo divino.
La música es un regalo divino que puede elevarnos o sumirnos en la desesperación. Al seguir el consejo de Filipenses 4:8, podemos transformar nuestra experiencia diaria. Optemos por melodías que reflejen la verdad de Dios y nos acerquen a Su presencia.
Oración:
Padre celestial, gracias por el regalo de la música. Ayúdanos a ser sabios en nuestras elecciones, optando por melodías que edifiquen nuestro espíritu y nos acerquen más a Ti. Que nuestra adoración sea armoniosa ante tus oídos. En el nombre de Jesús, Amén.
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