Cita bíblica:
En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera así, ya se lo habría dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar. Juan 14:2
Reflexión:
En Juan 14:2, Jesús nos revela la promesa celestial, un lugar en el hogar de nuestro Padre. Este lugar no es solo para nosotros, sino que también podemos ser instrumentos de influencia para guiar a otras almas a ese destino glorioso. Imagina un cielo donde cada rincón refleje el amor de Dios que compartimos en la tierra. Como seguidores de Cristo, nuestro llamado es ser embajadores del cielo, construyendo puentes que lleven a otros a ese maravilloso lugar.
Cada acción de amor, cada palabra de esperanza, es una piedra en la edificación del reino celestial. Inspirados por la promesa de Jesús, nuestra vida diaria se convierte en un testimonio vivo de la gracia que aguarda en el cielo. No esperemos pasivamente, sino seamos activos en compartir la buena nueva. Que nuestras vidas resplandezcan la luz del cielo, invitando a otros a unirse a esta maravillosa travesía hacia el hogar celestial.