Cita bíblica:
«El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.» – Juan 10:10 (NVI)
Reflexión:
La Palabra de Dios nos advierte que el enemigo, como ladrón, busca robar, matar y destruir. Sin embargo, es crucial comprender que el diablo no puede destruir los planes que Dios tiene contigo. Su estrategia es distraerte y desviarte de tu propósito. Tal como un hábil ilusionista desvía la atención, el enemigo busca que apartemos la mirada del propósito divino.
En la historia de Nehemías, vemos un ejemplo de resistencia ante las distracciones. Mientras reconstruía los muros de Jerusalén, Nehemías enfrentó oposición y distracciones constantes. A pesar de los intentos del enemigo por desviar su atención, Nehemías mantuvo su enfoque en la tarea que Dios le encomendó. Al igual que él, debemos resistir las distracciones y permanecer firmes en nuestro propósito.
La oración es nuestra fortaleza en medio de las distracciones. Al orar, reconocemos nuestra dependencia de Dios y buscamos su dirección y protección. En momentos de distracción, elevemos nuestras oraciones, pidiendo la sabiduría y la fuerza necesarias para mantenernos enfocados en el propósito que Dios ha trazado para nuestras vidas.
En conclusión, aunque el enemigo intente distraernos, recordemos que la firmeza en nuestro propósito proviene de Dios. Que la oración sea nuestra herramienta para resistir las distracciones y avanzar en la realización de los planes divinos. Enfrentamos al enemigo no con temor, sino con la confianza de que somos más que vencedores en Cristo.
Esta alabanza me da fortaleza en medio de mi proceso. Gracias Señor Jesús porque sé que tu estas conmigo y nunca me abandonaras