Cita bíblica:
«Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios.» – 1 Juan 4:7 (RVR1960)
Reflexión:
En nuestra travesía espiritual, a menudo enfatizamos el amor hacia los demás, siguiendo el mandato de Jesús de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Sin embargo, ¿qué tan bien nos amamos a nosotros mismos? La Biblia nos enseña que el amor propio también es vital. Este amor no es egoísta ni vanidoso, sino un entendimiento profundo de nuestra identidad en Dios y cómo eso afecta nuestra relación con los demás.
Desde el principio, el amor propio se arraiga en la verdad de que somos amados por un Dios que nos creó a Su imagen. En Génesis 1:27, leemos que fuimos creados a imagen de Dios, y esta verdad es fundamental para cultivar el amor propio. Cuando reconocemos nuestra valía en Dios, nuestra perspectiva sobre nosotros mismos cambia. Somos amados, aceptados y valiosos no por nuestras obras, sino por ser hijos amados del Altísimo.
En 1 Juan 4:7, la Palabra nos insta a amarnos unos a otros porque el amor proviene de Dios. Aquí, la conexión entre amarnos a nosotros mismos y amar a los demás se revela. Al comprender el amor de Dios por nosotros, estamos capacitados para amar a los demás de una manera más completa y auténtica. Amar a los demás como a nosotros mismos comienza con un amor propio arraigado en la comprensión de que somos amados y aceptados por Dios.
Dios es amor
Amen!
Amén y bendiciones