Cita bíblica:
«Porque soy yo quien conozco los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.» – Jeremías 29:11 (NVI)
Reflexión:
La vida está llena de errores y desafíos que pueden hacer que nos sintamos atrapados en un ciclo de desesperación y derrota. Sin embargo, la verdad es que no naciste para ser prisionero de tu pasado; estás destinado a forjar un nuevo camino, a escribir una historia de redención y esperanza que impactará a las generaciones venideras.
Cada uno de nosotros lleva consigo una historia, una historia que a menudo está marcada por errores y decisiones que preferiríamos olvidar. Pero, como hijos e hijas de Dios, no estamos destinados a ser víctimas de nuestro pasado. En lugar de eso, somos llamados a ser protagonistas activos de nuestra historia, permitiendo que la gracia divina transforme nuestro pasado en un trampolín hacia un futuro lleno de esperanza y propósito.
La historia del rey Salomón en la Biblia es un testimonio vívido de esta verdad. Aunque nació en medio de conflictos y errores familiares, Dios le dio sabiduría y entendimiento excepcionales. Salomón eligió escribir una nueva historia para su descendencia, construyendo el glorioso Templo de Jerusalén y estableciendo un reinado de paz y prosperidad. Su legado perdura hasta el día de hoy.
Así como Salomón pudo superar los errores y desafíos de su pasado, también tú puedes hacerlo. La gracia de Dios es suficiente para perdonar, sanar y restaurar. No permitas que la culpa o el dolor del pasado te impidan avanzar. En lugar de eso, abraza la promesa de Jeremías 29:11: Dios tiene planes de bienestar y esperanza para ti, planes que trascienden tu pasado y te llevan hacia un futuro lleno de propósito y bendición.
Oración:
Amado Padre celestial, te agradecemos por tu gracia y tu misericordia inagotables. Hoy, ponemos ante ti nuestras heridas, errores y temores del pasado. Te pedimos que los transformes en testimonios de tu redención y amor. Ayúdanos a abrazar el futuro que tienes para nosotros y a escribir una nueva historia en tu nombre. Que nuestra vida sea un reflejo de tu gloria y gracia. En el nombre de Jesús, amén.
Canción Relacionada:
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