Cita bíblica:
«Porque en verdad os digo que si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: ‘Pásate de aquí allá’, y se pasará; y nada os será imposible.» – Mateo 17:20
Reflexión:
Cada uno de nosotros está en un viaje espiritual hacia la conformación de un carácter más semejante al de Cristo. Sin embargo, a menudo enfrentamos desafíos internos y luchas que nos impiden ser quienes deseamos ser. En esos momentos, clamamos al Señor con humildad, pidiéndole que nos transforme y moldee.
El proceso de convertirse en la imagen de Cristo no es fácil. Requiere fe y persistencia, así como la entrega de nuestras debilidades y defectos a Dios. Pero es importante recordar que nuestro Padre Celestial tiene el poder de hacer lo imposible. Él puede tomar incluso nuestras áreas más débiles y convertirlas en testimonios de Su gracia y poder.
Piensa en Juan, un hombre que luchó con su temperamento durante años. A pesar de sus esfuerzos, a menudo se encontraba en situaciones donde su enojo tomaba el control. Después de orar y entregarse a Dios, Juan experimentó una transformación asombrosa. A medida que buscaba a Dios y permitía que Su Espíritu obrara en su vida, su temperamento comenzó a cambiar. Ahora, Juan es conocido por su paciencia y serenidad, atribuyendo su transformación al poder de Dios en su vida.
No estamos solos en nuestro camino hacia una mayor semejanza a Cristo. El Señor anhela transformar nuestro carácter para que reflejemos Su amor, gracia y bondad. Si confiamos en Él y entregamos nuestras luchas y debilidades, veremos cómo trabaja milagrosamente en nuestras vidas. El clamor «Haz mi carácter, Señor» es una invitación a la obra continua de Dios en nosotros.
Oración:
Amado Padre, te pedimos que transformes nuestro carácter. Conoces nuestras luchas internas y debilidades. Permítenos entregártelas y confiar en tu poder para cambiarlas. Que nuestro carácter sea un testimonio vivo de tu amor y gracia. En el nombre de Jesús, Amén.
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